lunes, 5 de abril de 2010

EN ESTADO DE DISIPACIÓN por Ramón Jiménez Arencibia

El Condado, Santa Clara, Villa Clara. 2 de febrero del 20l0. (FCP). Poco o nada, publican las estadísticas oficiales sobre los cambios grandes o pequeños, que se producen en la macroeconomía cubana. Tampoco los principales diarios al servicio del régimen, informan de manera objetiva, la forma en que la dirección política conduce los planes para salir de la crisis.
Es evidente que la crisis económica-financiera actual, que abate en mayor o menor grado a la casi totalidad de los países, comienza a dar síntomas de ser vencida. Los enemigos jurados de la iniciativa privada y acérrimos defensores del papel del estado, pretenden negar esta realidad, que resulta inobjetable.
Varios fueron los panelistas de la Mesa Redonda Informativa, que denostaron las medidas adoptadas, para resolver la situación. Es lógico, que estos "conocedores" de La Economía Mundial, servidores incondicionales del totalitarismo, no actúen con honradez intelectual, como exigen los tiempos y oculten la verdad a sus pueblos.
Durante meses, acusaron a las principales economías del mundo, de acudir a financiar con el dinero de los contribuyentes a los bancos en quiebra. Ignoraban, que eso no era un regalo, era tan sólo un préstamo, el cual se hacía para salvar la situación, que afectaba a una gran parte de las naciones.
Las consecuencias de esta crisis tuvieron y aún tienen resultados nefastos en el planeta, especialmente para la región. Durante años, la prensa informaba en el contenido del discurso oficial, que Cuba por su régimen, político, económico y social, donde todos los medios pertenecen al estado, era invulnerable a la misma.
Muchos vieron en esta crisis el fin del capitalismo. Pensaron, que el socialismo denigrado en Europa, se levantaría de la tumba, para recorrer nuevamente, como un fantasma el mundo. Se equivocaron, la historia pasada y los hechos presentes enseñan, que la economía no debe estar totalmente en manos del Estado.
De esta calamidad, comienzan a salir varios países, excepto los que como Cuba, padecen de una crisis estructural crónica, agravada por el modelo económico impuesto. Los voceros del sistema no quieren reconocer, que las medidas adoptadas por las naciones desarrolladas, no fue en detrimento de las más pobres.
A pesar del despertar, que se produce en las economías, en particular la de los Estados Unidos de América (EUA), la prensa nacional autorizada persiste en negarla. Cuando más, ante las fuertes evidencias de los medios informativos internacionales, aceptan a regañadientes, que existe una lenta recuperación en esa nación.
Ceguera política, fanatismo ideológico, caracterizan a estos personajes del momento. Sordos y ciegos ante el acontecer nacional, no se les permite discernir sobre la recuperación económica, como proceso irreversible, que se produce en estos países capitalistas. Negar esto, es correr las cortinas para no ver el espectáculo.
Parece mentira, que Osvaldo Martínez, presidente de La Comisión Económica de la Asamblea Nacional del Poder Popular, reincida en forma sistemática en errores. Los análisis que efectúa, no sustentado en las realidades del momento, están permeados por su militancia. Sus criterios no parten de un estudio científico objetivo.
El cubano de a pie, esta defraudado al ver como los teóricos de la decadente doctrina marxista, pretenden justificar aún el pobre desempeño de la economía nacional. Mientras el fuerte poder de la voluntad e iniciativa individual, alcanza nuevos peldaños en la lucha por la recuperación y el progreso de los pueblos.
Vencida la crisis económica, volverá a llevarse el desempleo a los niveles más bajos, de nuevo florecerá, la industria, el comercio, también la agricultura. El Estado de Derecho y la Economía de Mercado saldrán fortalecidos. Esto será un incentivo para los países subdesarrollados, que ven hoy, la crisis económica en estado de disipación.

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