El Condado, Santa Clara Villa Clara., 3 de septiembre del 2009 (FDC). Cada día que transcurre el panaroma nacional se vuelve más oscuro y complejo. Desaparecen las pocas esperanzas de encontrar solución a los graves problemas, políticos, económicos y sociales que abaten a la nación cubana. Se perdió el siglo XX, como también amenaza con perderse el XXI.
Los esfuerzos por encontrar el camino correcto que ahorren un mayor sacrificio a la población no cesan. Muchas han sido las iniciativas puestas en prácticas, pero hasta el momento ninguna ha fructificado. La tozudez, intransigencia, el deseo de perpetuarse en el poder indefinidamente es el peor de los obstáculos.
Durante cerca de 50 años, desde el mismo l959, del pasado siglo, los nativos de esta república no han dejado de luchar un solo instante por sus legítimos derechos. Libertad, democracia, respeto a la libre expresión del pensamiento, así como crear una Cuba con todos y para el bien de todos.
Para alcanzar la independencia nacional frente al dominio colonial español miles de cubanos ofrendaron sus vidas. El amplio campo de batalla contra la metrópoli fue desde las actividades reformistas en las Cortes Españolas, para lograr ciertas reformas que otorgara una mayor autonomía a la isla, hasta la insurrección armada.
Epopeyas heroicas recoge la historia de aquella época. Hombres preclaros surgieron en el campo de las armas y en el de las ideas. Basta con mencionar algunos, el prebistero Félix Varela, José Martí, Antonio Maceo, Máximo Gómez, Carlos Manuel de Céspedes, Calixto García, Ignacio Agramante y otros cientos de patriotas.
Breves, para no decir efímero son los momentos en que el cubano ha sido verdaderamente libre. Después de instaurada la república ha tenido que enfrentarse a gobiernos corruptos, violadores de los derechos humanos, que utilizaron e utilizan el poder para saciar sus intereses de grupos o de castas.
Con la derrota de la dictadura de Fulgencio Batista, por el esfuerzo y la lucha de numerosas organizaciones políticas, asumió el poder Fidel Castro Ruz, que había liderado al Ejército Rebelde en la Sierra Maestra. El pueblo esperaba que de inmediato se aplicaran los principios de la Carta Magna, aprobada en 1940.
De nuevo aquellos sueños fueron malogrados, las libertades individuales contempladas en la constitución no se restauraron. Se suspendió el derecho del cubano a elegir y ser elegido mediante el voto secreto en elecciones libres, pluripartidistas y democráticas. Se abolió la libertad de prensa estableciéndose una dictadura de izquierda.
Ante estos vaivenes del acontecer histórico, los cubanos fieles herederos de las mejores tradiciones mambisas reiniciaron el combate contra la tiranía marxista-leninista. Unos apelaron a la lucha en el campo con la creación de guerrillas campesinas, mientras otros escogieron la lucha clandestina en la ciudad, preámbulo de la insurrección armada.
Como corolario a toda esta actividad, vino la invasión por La Bahía de Cochinos. El fracaso de la misma fue un golpe demoledor para las aspiraciones democráticas del pueblo. A su vez, consolidó al naciente estado totalitario, el cual inició una política represiva, como arma preferida del estalinismo tropical.
Hoy, ante la profundización de la crisis en todos los aspectos, la disidencia debe presentar un frente unido de lucha. Marchar rumbo a una transición pacifica a un Estado de Derecho y desechar las grietas que en su interior impiden jugar el papel, que las actuales circunstancias político-históricas exigen de ellas.
En Chile la oposición unida, pudo abrir el camino a la democracia y al pluralismo. Así fue en muchos países donde los gobiernos de fuerza fueron derrotados en América. Pese a la dura represión, las condiciones existentes conducen al cambio. Un ex - preso político manifestaba “si tomamos conciencia de la realidad… juntos podemos”.
Los esfuerzos por encontrar el camino correcto que ahorren un mayor sacrificio a la población no cesan. Muchas han sido las iniciativas puestas en prácticas, pero hasta el momento ninguna ha fructificado. La tozudez, intransigencia, el deseo de perpetuarse en el poder indefinidamente es el peor de los obstáculos.
Durante cerca de 50 años, desde el mismo l959, del pasado siglo, los nativos de esta república no han dejado de luchar un solo instante por sus legítimos derechos. Libertad, democracia, respeto a la libre expresión del pensamiento, así como crear una Cuba con todos y para el bien de todos.
Para alcanzar la independencia nacional frente al dominio colonial español miles de cubanos ofrendaron sus vidas. El amplio campo de batalla contra la metrópoli fue desde las actividades reformistas en las Cortes Españolas, para lograr ciertas reformas que otorgara una mayor autonomía a la isla, hasta la insurrección armada.
Epopeyas heroicas recoge la historia de aquella época. Hombres preclaros surgieron en el campo de las armas y en el de las ideas. Basta con mencionar algunos, el prebistero Félix Varela, José Martí, Antonio Maceo, Máximo Gómez, Carlos Manuel de Céspedes, Calixto García, Ignacio Agramante y otros cientos de patriotas.
Breves, para no decir efímero son los momentos en que el cubano ha sido verdaderamente libre. Después de instaurada la república ha tenido que enfrentarse a gobiernos corruptos, violadores de los derechos humanos, que utilizaron e utilizan el poder para saciar sus intereses de grupos o de castas.
Con la derrota de la dictadura de Fulgencio Batista, por el esfuerzo y la lucha de numerosas organizaciones políticas, asumió el poder Fidel Castro Ruz, que había liderado al Ejército Rebelde en la Sierra Maestra. El pueblo esperaba que de inmediato se aplicaran los principios de la Carta Magna, aprobada en 1940.
De nuevo aquellos sueños fueron malogrados, las libertades individuales contempladas en la constitución no se restauraron. Se suspendió el derecho del cubano a elegir y ser elegido mediante el voto secreto en elecciones libres, pluripartidistas y democráticas. Se abolió la libertad de prensa estableciéndose una dictadura de izquierda.
Ante estos vaivenes del acontecer histórico, los cubanos fieles herederos de las mejores tradiciones mambisas reiniciaron el combate contra la tiranía marxista-leninista. Unos apelaron a la lucha en el campo con la creación de guerrillas campesinas, mientras otros escogieron la lucha clandestina en la ciudad, preámbulo de la insurrección armada.
Como corolario a toda esta actividad, vino la invasión por La Bahía de Cochinos. El fracaso de la misma fue un golpe demoledor para las aspiraciones democráticas del pueblo. A su vez, consolidó al naciente estado totalitario, el cual inició una política represiva, como arma preferida del estalinismo tropical.
Hoy, ante la profundización de la crisis en todos los aspectos, la disidencia debe presentar un frente unido de lucha. Marchar rumbo a una transición pacifica a un Estado de Derecho y desechar las grietas que en su interior impiden jugar el papel, que las actuales circunstancias político-históricas exigen de ellas.
En Chile la oposición unida, pudo abrir el camino a la democracia y al pluralismo. Así fue en muchos países donde los gobiernos de fuerza fueron derrotados en América. Pese a la dura represión, las condiciones existentes conducen al cambio. Un ex - preso político manifestaba “si tomamos conciencia de la realidad… juntos podemos”.
Saludos, amigos
ResponderEliminarBuen post/
Les pongo un link en
http://www.anhelos-y-esperanzas.com