jueves, 28 de mayo de 2009

COMO SER FELIZ, José Fernández González.


La Chirusa, Santa Clara, Villa Clara, 28 de mayo del 2009 (FDC). Todo comenzó hace algún tiempo cuando nuestra Madre Patria, España, decidió ampliar la posibilidad de hacerse ciudadanos españoles a los nietos. Inmediatamente los cubanos que tenían un abuelo o abuela nacido en España, comenzaron a indagar en que lugar habían nacido sus ancestros.

El objetivo era solicitarles a los Juzgados de Paz las certificaciones de nacimientos de sus antepasados hispanos allá en la península ibérica, para poder viajar libremente como cualquier otra persona del mundo. Como todavía no se conoce abiertamente que a los residentes dentro de la isla tienen marcadas restricciones de viajes al exterior.

Los registros civiles en Cuba y España han visto aumentado su trabajo de una forma exorbitante. Los villaclareños tienen la enorme suerte de contar con un vice – consulado aquí en Santa Clara, lo cual ha facilitado enormemente todos los trámites legales. Es digno de destacar la afabilidad y el buen trato del señor vice-cónsul.

Decimos esto último, porque hubo días en que se formaron tremendas colas frente al mencionado vice-consulado, gracias a la ardua labor del equipo de trabajo dirigido por él, todos los trámites se agilizaron. Lo que provocó el contentamiento y satisfacción de todos los aspirantes a obtener su ciudadanía española.

Debemos señalar que existen dos formas de llevar a cabo todos estos trámites. La primera es mediante el llamado Modelo de Solicitud de la Nacionalidad Española por Opción y la segunda a través por la recuperación de la misma. Porque al obtener la nacionalidad española el interesado declara su voluntad de no renunciar a la nacionalidad cubana.

Igualmente presta previo juramento o promesa de fidelidad al Rey de España y por tanto mantener obediencia a la Constitución Española y sus leyes. El solicitante sin todavía ser súbdito de la corona monárquica ya debe serle fiel al coronado Juan Carlos I y su consorte la reina Sofía.

Se ofertan los documentos siguientes: Certificado de Nacimiento Literal, que es legalizado y en algunos casos de no estar en idioma castellano son traducidos. Títulos acreditativos de los motivos en que se fundamenta la opción, como por ejemplo, la Certificación Literal de Nacimiento del padre o la madre.

Deben aportarse original y copia del pasaporte o Documento Nacional de Identidad, así como la Certificación Literal de Matrimonio de los Padres. Eso lo solicitan a los dispersos juzgados en la Madre Patria y puede ser que también a sus homólogos asentados en tierras cubanas.

Esto último, es algo que deseamos destacar, a saber, la posesión de la ciudadanía española no indica que el portador de ella renuncie a ser cubano o nada por el estilo. En mis múltiples conversaciones con nietos de españoles, todos sin excepción me han expresado su orgullo de ser hijos de esta isla y de serlo hasta la muerte.

Es realmente emocionante el ver como toda esta pléyade de gente noble, buena y sincera sin ser escritores o artistas destacados, salvo algunas excepciones, han expresado con frases muy bellas dignas de encomio. En estas expresan su amor a esta tierra cubana, que los ha visto nacer sin distinción de razas u orígenes.

Si en todas las actividades de nuestra vida diaria elimináramos la hipocresía y nos amáramos unos a otros sin fingimiento, tal y como dice la Santa Biblia, todo seria más bello y hermoso en nuestra querida patria cubana. Tal y como manifiestan estos nietos de españoles: “Todos debemos luchar unidos, para lograr el bien común”.

Y para tratar de concluir con esta crónica, a partir de hoy, lector, decídete firmemente a participar más en tu iglesia, no importa que seas de origen español, chino, africano, judío, árabe o eslavo. Todos somos uno bajo el amor de Jehová, Dios, Ala, Buda u Olofi. Cristo no practica la exclusión de personas, como dice en sus propias palabras: “Amaos los unos a los otros”.

Hablen con todos sus vecinos y discutir civilizadamente. La mejor manera de ganar en una disputa no es evitándola, sino llegar al dialogo. Trabajemos todos unidos en aras del bien común, como ha demostrado la actual epidemia de gripe, nos ayudamos todos o nos hundimos todos. No existen fronteras para las epidemias, como tampoco las hay para el amor.

Disfruta de cada día que Dios te conceda en este planeta nuestro. Sé sincero contigo mismo ama y permite que otros te expresen su cariño igualmente sincero. Seas ciudadano de España o no, veras como paulatinamente tus horizontes y perspectivas se verán engrandecidas y descubrirás como ser feliz. Dios bendiga a todos, sean creyentes, agnósticos o ateos.

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