jueves, 14 de mayo de 2009

CONOZCAMOS A JOSÉ ANTONIO SACO. Feliberto Pérez Del Sol.

“Oír gemir a la Patria entre cadenas y no ser dado a romperlas, es el más cruel de los tormentos”.
José Antonio Saco.


Sakenaff, Santa Clara, Villa Clara, 14 de mayo del 2009 (FDC). Un siete de mayo de 1797 el pueblo de Bayamo nos entregó quizás a uno de sus hijos más ilustre, este fue nombrado José Antonio Saco.


Durante su infancia Saco perdió a su madre a los 9 años de edad y era apenas un adolescente de solo 14 cuando su padre corrió igual suerte. Él quedó ante un hogar desecho, un hermano y una hermana ambos menores de edad convivían junto a él. Sobre el trío de huérfanos rondaron falsos protectores interesados en la herencia del fallecido progenitor, ya un tanto menguada. Esto le permitió en ese momento vivir con relativa comodidad.


Recibió en su natal ciudad las primeras lecciones, las que después continúo en Santiago de Cuba a los 16 años. Inclinándose al estudio de la Filosofía y se transformó en un estudioso de esta ciencia abstracta. Pero en el contexto regional del territorio oriental se pudo percatar que no había un gran desarrollo de esta sapiencia. Por ello se dirigió a La Habana a la búsqueda de mayores conocimientos.


Debido a esto le fue recomendado un joven clérigo de apellido Varela, que enseñaba esta especialidad en el Colegio de San Carlos. En 1819 se graduó como Bachiller en Derecho Civil, cuando contaba con 22 años de vida. Fue alumno destacado del padre Félix Varela y cuando este resultó nombrado Diputado a las Cortes Españolas en 1821 lo sucedió como profesor en la Cátedra de Filosofía y Ciencias Naturales, hasta los 27 años.


A mediados de 1824 salió en viajes de estudios rumbo a los Estados Unidos de América, para regresar a la patria dos años después. Posteriormente volvió a New York en 1828, en cuya ciudad publicó junto a su mentor y profesor Félix Varela el periódico “El Mensajero Semanal”. Dedicándose a redactar temas políticos y económicos fundamentalmente.


Retornó a Cuba en 1831, ya en este regreso los historiadores consideran que inició su verdadera misión política. En 1832 fungió como director de la “Revista Bimestre Cubana”, publicada durante tres años donde se opuso a la gobernación metropolitana. Esencialmente en cuanto al polémico tema de la trata de esclavos, que había sido abolida legalmente en 1817, pero continuaban en franco crecimiento las dotaciones de esclavos en los ingenios.


En el propio 1832, resultó designado director del Colegio de Buena Vista, cargo que solo pudo ejercer durante ocho meses. Renunció debido a que esclavistas hicieron prevalecer sus criterios respecto a la educación en ese colegio. El 17 de julio de 1834 es desterrado hacia la villa de Trinidad, por órdenes expresas del capitán general de la isla.


Saco no aceptó tales mandamientos y tomó la decisión de partir al extranjero el 12 de septiembre de 1834. Tardó 27 años en regresar a su tierra esclava, del dominio español. Viajó por Inglaterra y Francia hasta radicarse en 1835 en Madrid. Momento en que la isla sufría el puño déspota de Tacón.


Publicó en Madrid un ensayo titulado “Carta de un patriota” para poner coto al despotismo. Fue tres veces Diputado a Cortes Españolas y se le negó su derecho de tomar posesión al cargo. Durante 1837 el Parlamento Monárquico dictó que Cuba, Filipinas y Puerto Rico no tendrían representantes al Congreso Español, por lo que afirmó: “Cuba pasó de parte integrante de la monarquía a colonia esclava”.


Su libro, “Historia de la Esclavitud” comenzó a escribirlo a mediados de año y en los finales publicó el folleto “Mi primera pregunta”, donde demostró que es erróneo pensar que con la abolición de la trata esclavista sobrevendría la ruina económica de la isla e insistió en este propósito. Probó que la supresión del esclavismo como sistema económico no provocaría descalabro alguno en la hacienda de la nación.


Saco temeroso de que sobreviniera una catástrofe similar a Haití por la prevalencia de la población negra esclava, defendió la tesis de impedir tal crecimiento. Mientras a los esclavistas ibéricos no les importaba el futuro, con tal de obtener presentes ganancias.


José Antonio alimentó la política del blanqueo de la ciudadanía criolla. Su campaña en pro del cese de la trata negrera y el fomento de la población blanca le trajo parejos conflictos con hacendados y gobernantes españoles, por ende continuó en el destierro.


Su oposición a las corrientes anexionistas hicieron que bajara su preocupación contra la esclavitud, y afirmaba: “La nacionalidad cubana está en franco peligro”. Muchos sectores de la Cuba oprimida se plegaban a estos movimientos, deseosos de resolver el oscurantismo colonial.


Cuando os anexionistas desearon incorporarse a Estados Unidos de América de forma notoria, inminente y peligrosa, José Antonio Saco contaba media centuria de existencia. Algunos argumentaban confiados que con la anexión vendría la futura independencia de Cuba, Saco les salió al paso momento en que editó “Ideas sobre la incorporación de Cuba a Estados Unidos”.


Luego escribió: “Réplica a los anexionistas”. El manuscrito originó que partidarios de la incorporación al gigante del norte lo tildaran de retrogrado y mal cubano, mientras otros fueron mucho más lejos y lo llamaron vendido a España. Por eso solicitó a un amigo: “Haz poner sobre la losa de mi sepulcro, el siguiente epitafio: Aquí yace José Antonio Saco, que no fue anexionista, porque fue más cubano que todos los anexionistas” .


Inicia una serie de trabajos sobre las reformas en Paris en 1852, el de mayor importancia resultó “El voto particular ante la junta de información”, considerado su testamento político. El documento no plantea problemas, ofrece soluciones. Una de ellas es novedosa y propone un Parlamento Insular, donde diputados y electores en Cuba discutan asuntos nacionales. Y llegar a una autonomía.


Hizo una breve estancia en la isla en 1861, después de esta visita nunca más volvería a verla. En 1865 es elegido Comisionado por Santiago de Cuba, al España ofrecer planes de reformas, pero todo fracasó. Por lo que continuó en la capital de Francia la “Historia de la Esclavitud”, al comenzar a editarse la magna obra ya su salud estaba quebrantada.


Entre 1875 y 1879 logra publicar entre Paris y Barcelona los cuatro primeros tomos. Precisamente en la Ciudad Condal falleció el 26 de septiembre de 1879. Al año siguiente sus restos fueron trasladados a Cuba y su obra cumbre “Historia de la Esclavitud” no quedó inconclusa, ya que poco tiempo después aparecieron en La Habana los dos tomos finales.


Si analizamos que hace exactamente una semana se conmemoró el 212 Aniversario de su natalicio, tenemos que agradecerle su vida personal e intelectual ante el sistema tiránico al que se enfrentó en su tiempo. Y debería servirnos de enseñanza a los patriotas de la Cuba actual, porque es mejor estar encarcelado o desterrado, antes que dejar de luchar por la libertad, el progreso y la democracia.

1 comentario:

  1. Gracias Filiberto por esta sintesis biografica de uno de los más preclaros próceres de nuestra nación cubana: José Antonio Saco a quien todos los cubanos debemoos agradecerle su ideario sobre la nacionalidad cubana.
    Saludos desde Tampa, Fl.
    Esperanza
    www.anhelos-y-esperanzas.com

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