jueves, 14 de enero de 2010

…….. HASTA EN LA BASURA I, Guillermo Fariñas Hernández.


La Chirusa, Santa Clara, Villa Clara, 7 de enero del 2010 (FDC). Un hombre residente en la capital de Cuba, todas las noches sale de su domicilio con una jaba de nylon y anda lejos de su chalet unos 700 metros. Después, se acerca a un río de La Habana y arroja con desconfianza la basura de su domicilio.

Es mejor decir que se llama Ernesto y que después de pasar por la escuela militar para precadetes “Los Camilitos”, se hizo oficial en una especialidad castrense por una academia soviética. Tras graduarse cumplió dos misiones en Angola, en la última de estas participó en la Batalla de Cuito Cuhanavale.

A los ojos de sus vecinos este mismo sujeto, es un integrante de la paramilitar Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana (ACRC), una de las tantas entidades que ejecuta los fascistoides Actos de Repudio versus los opositores no violentos. El tocayo del sanguinario Che Guevara posee la nimiedad de unas 19 condecoraciones militares.

Como trabajador de una de las tantas corporaciones que funcionan con monedas de otros países en la isla, no obstante, sólo en apariencia es un seguidor de la Revolución Cubana. Internamente no se le considera un auténtico fidelista confiable y esto lo conocen él, en primer lugar y otros de sus compatriotas que se dedican a reprimir.

Se atrevió a plantear entre sus compañeros de armas en su unidad militar, que no estaba realmente convencido de que al General de División Arnaldo Ochoa Sánchez hubiera que fusilarlo. No obstante, a su opinión personal, él acató la disciplina partidaria y levantó la mano, para apoyar al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

Cual militante del Partido Comunista de Cuba (PCC) y ostentador de los grados de capitán del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (MINFAR), en el año 1992, fue licenciado del ejército en el plan “Alejandro I”. Un amigo ex – integrante de la Contra Inteligencia Militar (CIM) le explicó, que no era confiable, por su simpatía con Mijail Gorbachov y sus reformas.

Este antiguo represor le hizo saber, que su perfil psico-político había sido evaluado por expertos analistas de los Equipos Multi Disciplinarios y estos concluyeron, que Ernesto era un verdadero socialdemócrata solapado. Nos obstante a eso, a él y a otros ex – oficiales se le dieron facilidades para adiestrarse en Cursos Gerenciales.

De pronto, se vió en otro mundo muy distinto al que ya conocía, este nuevo contexto laboral era una imitación clara de las exigencias del mercado capitalista. Durante el primer trimestre de 1993, resultó el mejor expediente académico de su clase, debido a esto lo enviaron a asimilar técnicas de dirección empresariales en dos países de América.

Desde aquellos tiempos, cuando era un simple cadete en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), tuvo mucha facilidad para las lenguas extrajeras. En Rusia fue el primero en dominar esa lengua eslava y en su misión internacionalista inicial, en suelo angolano, en solo 21 días hablaba perfectamente el idioma portugués.

Se percató rápidamente, que la lengua inglesa constituía un instrumento de trabajo para su nuevo perfil como empresario cuasi-capitalista. Por eso, se dedicó a entender a profundidad este lenguaje, cuestión que logró con perseverancia y brevedad. Esto le trajo buenos dividendos en las nuevas metas laborales que se trazó.

No se sorprendió ante la despenalización por la tenencia del dólar y otras monedas extranjeras, a partir del mes de julio de 1993, puesto que su labor consistía y todavía consiste, en traer la mayor cantidad de divisas convertibles a las arcas del gobierno castrista. A la vez, se pudo percatar que estas ganancias las disfrutan los altos jerarcas y sus familiares más cercanos.

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