jueves, 14 de enero de 2010

¿QUÉ DERECHOS HUMANOS CELEBRÓ CUBA? II, Licet Zamora Carrandi.

Santa Catalina, Santa Clara, Villa Clara, 7 de enero del 2010 (FDC). Muy campaneado fue la celebración del Día Mundial de los Derechos Humanos en Cuba. Momento en el cual la prensa nacional aprovechó para resaltar una vez más los supuestos logros de la Revolución Cubana.

En el programa nombrado Mesa Redonda Informativa que se trasmite por varios de los canales de televisión del país, difundió en esta ocasión los “avances” de la salud pública. Como es costumbre el discurso progubernamental comenzó en recordar el primer logro, por orden de importancia, el carácter gratuito de la salud, como si esto fuese privativo de este país.

Según el alegato de la elite gubernamental la salud en Cuba desde el Triunfo de la Revolución dió un cambio inigualable. Además de gratuita, es bien controlada por diversas dependencias como: consultorios médicos, áreas de atención primarias (policlínicos) y por último los hospitales.

Muchos son los caminos a transitar por un paciente para llegar a ser atendido por un galeno de la especialidad correspondiente a su patología. El asunto en cuestión no es solamente lograr el servicio de este especialista, sino que además, no siempre se logra que se apliquen los adelantos científicos de que tanto se ufana el gobierno.

Si se analiza por orden el chequeo médico a realizar, la primera dificultad en aparecer es lograr que en el consultorio se encuentre el médico, esto si se logra es tarea titánica. Debido a que la mayoría de los doctores se encuentra fuera del país, en misión o colaboración médica, situación a la que no escapan ni tan siquiera, los recién graduados.

Luego de ser atendido, casi siempre en los cuerpos de guardia de los policlínicos, se encuentran otras deficiencias, si requieres de un análisis clínico de urgencia chocarás con dificultades como carencias de materiales desechables: agujas, jeringuillas y reactivos químicos. Para completar este rosario de calamidades, lo otro es encontrar el especialista que sepa leer bien los resultados.

Otra muralla a franquear, una vez realizado los exámenes clínicos y obtenidos los resultados, es diagnosticar correctamente al enfermo. Luego de haber transitado por todas estas incertidumbres queda por encontrar los medicamentos recetados, que en la mayoría de las ocasiones no están en venta, por escasez de los mismos.

No se entiende porqué un país que exporta medicinas a Venezuela, Bolivia y otros estados del orbe no tenga para los nacionales. Bueno es auxiliar a los demás, pero no a expensas de las penurias de su pueblo, bajo el falso principio del internacionalismo, política esta con la que los comunistas tratan de engañar a las naciones del Tercer Mundo.

El artículo 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos dice: “Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda y la asistencia médica y los servicios sociales necesarios…”.

Y continua: “...tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros de perdidas de sus medios de subsistencias por circunstancias independientes de su voluntad. Nada de lo expuesto se garantiza en Cuba a sus habitantes, mucho menos si son opositores.

Los médicos cubanos son acosados por la Seguridad del Estado en caso de recibir pacientes golpeados por pandillas parapoliciales con el propósito de impedir el expendio del certificado médico por lesiones. También los presos políticos sufren la mala atención médica en las cárceles, donde se enferman con diversas dolencias producto de la falta de higiene y alimentación.

Los opositores pacíficos son mal atendidos por recomendación de la Policía Política, para ellos casi nunca hay tratamiento y han llegado al extremo de presionar al facultativo para que administre medicamentos equivocados que vayan en detrimento de la salud del aquejado. La mayoría dependen de amistades en ese sector, que no han escapado al acoso de los uniformados.

Estos “logros de la Salud Pública”, no fueron divulgados por la televisión cubana en el Noticiero Nacional de Televisión. Decía Martí: “La mejor medicina no es la que cura sino la que precave”. Para precaver enfermedades, la mejor forma es una buena alimentación y esta en Cuba comunista es imposible de sostener.


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