viernes, 12 de febrero de 2010


……. ALGUNOS PERRITOS, Guillermo Fariñas Hernández.

La Chirusa, Santa Clara, Villa Clara, 28 de enero del 2010 (FCP). El enfermero es militante del Partido Comunista de Cuba y mira la cara de un paciente de 78 años de edad, en una de las salas de Terapia Intensiva. Es uno de los cuadros políticos más confiables del hospital de Villa Clara y está casi seguro, que el enfermo anciano no se salvará.

Cada día, cree autoconvencerse, que la Revolución Castrista les abrió una serie de posibilidades de estudios y empleos a personas como él, todas portadoras de una piel negra bien acentuada. Basándose en esta única premisa racial, es que continúa todavía al lado del totalitarismo.

Sin embargo, mejor que nadie comprende de las desigualdades propias al régimen socialista, que apoya con toda su alma. Pues, precisamente reside en una de las barriadas más pobres y marginales de la ciudad de Santa Clara, en el archiconocido barrio El Condado.

Esta organización política le dio la amarga tarea, de aceptar ser el delegado de la Circunscripción del Poder Popular, donde él convive en el día a día. Y no tuvo más remedio que aceptarlo, de lo contrario perdería credibilidad ante la nomenclatura provinciana y sus futuros planes podrían irse a bolina.

Hace rato, que comprendió que la proclamación de una supuesta igualdad entre los cubanos dentro de la isla, es una gran mentira, muy mal contada. Esa proclamada equidad, que refieren todos los medios de propaganda del Estado comunista, se asemejan a las urdidas patrañas de los malos de cualquier filme de acción y misterio.

Por eso, decidió superarse más allá de la ya lograda Licenciatura en Enfermería. Para ello, terminó una Maestría en Cuidados Intensivos y está enfrascado, a conciencia, en obtener la categoría docente de Profesor Instructor. De esta manera, pasaría a ser pedagogo en la Facultad de Enfermería del Instituto Superior de Ciencias Médicas “Serafín Ruiz de Zarate Ruiz”.

Trata secretamente de poseer competitividad, en la aún rara y no confesada mezcla de capitalismo-socialismo, que se gesta por parte de la dirigencia castro-raulista. Entiende a pies juntillas, que cada día se hace más importante tener bienes materiales, que en anteriores etapas del proceso social fueron tildadas como: “Diversionismo Ideológico” o “Actitudes Capitalistas”.

Con todos estos méritos en su aval individual, aspira a convertirse en uno de los miles de colaboradores médicos o como los denomina el pueblo: “Colaboradores Pacotilleros”. Pretende salir a trabajar por lo menos, hacia la República Bolivariana de Venezuela, para desde allí, enviar y traer muchas mercancías a vender en Cuba.

Como ya hicieron otros profesionales del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), se inscribió en una Bolsa de Empleos al Exterior. Este mecanismo depende de las necesidades de los distintos países del Tercer Mundo, además de las recurrentes corruptelas en la Dirección de Cooperación Médica, sita en la intercepción de las calles 15 y 10 del Vedado, en La Habana.

Para su desgracia, la mala suerte lo acompaña desde hace un tiempo a esta parte. Primero, cuando estaba a punto de volar hacía Honduras, unos desgraciados golpistas derrocaron al presidente de se país Manuel Zelaya y esta posibilidad se le fue de entre las manos. Hasta ahora, nada se ha podido hacer al respecto.

Los viajes hacia Venezuela, están congelados por la situación de inestabilidad política en esa nación. Ahora, con el devastador terremoto ocurrido en el vecino Haití, han resurgido sus esperanzas de salir a hacer fortuna material, ya le dieron el alerta para que estuviera localizable, para partir inmediatamente.

Observa a su moribundo paciente y decide no administrarle los dos bulbos indicados del antibiótico nombrado Rosefin. Pues su viaje a Haití no es seguro y él tiene que comer. Conoce a un médico veterinario, que compra cada ampolla sustraída a 5. 00 c.u.c. De todas maneras el viejito va a morirse y al él obtener 10. 00 c.u.c., se podrían salvar…. algunos perritos.




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