Sakenaf, Santa Clara, Villa Clara, 4 de febrero de 2010 (FCP). El 2 de febrero de 1909, dejó de latir un corazón totalmente desecho por la pérdida de su amada, que recién había marchado al camposanto. Luís Estévez Romero, no pudo llevar el tormento de vivir sin Marta Abreu de Estévez, su esposa por 35 años.
Luís Gonzaga Irene Estévez y Romero, que fue su verdadero nombre, nació el 20 de octubre de 1845, en Matanzas. Abandonó esta ciudad, en 1868, para ir a estudiar medicina a la Universidad de La Habana, carrera que renovó por la de derecho, en la cual se graduó como Dr. en Derecho Civil y Canónico, en 1873.
En la capital, fue a vivir a una casa cercana a las calles Prado y Trocadero, lugar donde residía la familia de Marta Abreu, tras mudarse estos, desde Santa Clara, en 1869. El diario circular de Luís, por estas arterias, hizo que ambos jóvenes se conocieran y de esta amistad floreció un romance dispuesto a los mayores sacrificios.
Los padres se opusieron a esta relación amorosa y enviaron a Marta para su ciudad natal, a casa de su tío Eduardo Gonzáles Abreu, vecino de las calles Calvario y San Agustín, hoy Marta Abreu y Alemán. Hasta acá vino Estévez Romero a unirse en matrimonio, a pesar de la ausencia de sus futuros suegros, contó con el consentimiento del tío y el 6 de mayo de 1874, se efectuó la boda.
La llevó a vivir con él para así demostrarles, que no le interesaba en nada la riqueza de ellos, sólo querían vivir la profunda pasión y debían conservarla. De esta unión les nació, en 1875, Pedro Nolasco Julio Zenón Estévez Abreu, quien vino a conciliar la familia, un año más tarde, falleció el padre de ella y La Benefactora, recibió una herencia, con la que ampliaría su labor caritativa.
Estévez fue gestor de todos los proyectos sociales y el redactor de los reglamentos para el funcionamiento de cada obra realizada por su esposa. Profesionalmente fue nombrado, en 1881 Catedrático Interino de Derecho Canónico e Historia de la Iglesia, para 1883, Catedrático Interino de Economía Política y Estadística y en 1889, Catedrático Auxiliar de Derecho Civil y Canónico.
Con motivo de la inauguración del teatro La Caridad, en 1885, permanecieron los esposos una temporada en Santa Clara. Las autoridades gubernamentales de esta ciudad, como gesto de gratificación por todos los aportes sociales creados por él, junto a su esposa, lo declararon Hijo Adoptivo, a la vez que denominaron con su nombre, la calle San Juan Bautista.
Unos festejos celebrados, entre el 28 de febrero y el 2 de marzo de 1895, en esta propia villa, fueron tomados por el gobierno colonial como de simpatía, con la causa independentista surgida en el país, el 24 de febrero. Este confuso accionar, motivó el apresurado salir de la familia hacia Francia, en junio de ese mismo año.
Ya en suelo francés, Luis se incorporó al Comité de Auxilio, formado por cubanos emigrados en aquel país, para ayudar a liberar Cuba, del oprobio español. Concluida la Guerra de Independencia nacional, en 1898 y después de una temporal estancia en los Estados Unido de América, la pareja decidió regresar a la patria.
Al constituirse la República de Cuba, el 20 de mayo de 1902, Luís Estévez asumió, a instancias de Máximo Gómez, la candidatura para vicepresidente de la joven nación. Así mismo, atendió la Secretaría de Justicia, hasta que fue liberado del cargo, por iniciativa propia, en 1905. No le gustaba el rumbo del país y regresó nuevamente a Francia, a encontrarse con sus nietos.
Además del apego revolucionario, gran jurista y constante apoyar a Marta Abreu, en sus obras de caridad, dejó escrita obras donde dejó reflejado su pensamiento. Entre ellas: Tiempos Pasados, El Derecho Constitucional, Ojeada Sobre la Dominación Española en Europa, Tesis de Doctorado, Reformas de Nuestra Legislación Civil y Desde el Sanjón hasta Baire.
Víctima de una Peritonitis, tras ser operada del apéndice, el 30 de diciembre de 1908, murió su esposa Marta, en París, el 2 de enero de 1909. Se dijo, que fue tan grande el amor y la afinidad de esta pareja, que Luís Estévez, no soportó la ausencia de su eterna amada y se suicidó, justo un mes después, el 2 de febrero, hizo recientemente 101 años.
Luís Gonzaga Irene Estévez y Romero, que fue su verdadero nombre, nació el 20 de octubre de 1845, en Matanzas. Abandonó esta ciudad, en 1868, para ir a estudiar medicina a la Universidad de La Habana, carrera que renovó por la de derecho, en la cual se graduó como Dr. en Derecho Civil y Canónico, en 1873.
En la capital, fue a vivir a una casa cercana a las calles Prado y Trocadero, lugar donde residía la familia de Marta Abreu, tras mudarse estos, desde Santa Clara, en 1869. El diario circular de Luís, por estas arterias, hizo que ambos jóvenes se conocieran y de esta amistad floreció un romance dispuesto a los mayores sacrificios.
Los padres se opusieron a esta relación amorosa y enviaron a Marta para su ciudad natal, a casa de su tío Eduardo Gonzáles Abreu, vecino de las calles Calvario y San Agustín, hoy Marta Abreu y Alemán. Hasta acá vino Estévez Romero a unirse en matrimonio, a pesar de la ausencia de sus futuros suegros, contó con el consentimiento del tío y el 6 de mayo de 1874, se efectuó la boda.
La llevó a vivir con él para así demostrarles, que no le interesaba en nada la riqueza de ellos, sólo querían vivir la profunda pasión y debían conservarla. De esta unión les nació, en 1875, Pedro Nolasco Julio Zenón Estévez Abreu, quien vino a conciliar la familia, un año más tarde, falleció el padre de ella y La Benefactora, recibió una herencia, con la que ampliaría su labor caritativa.
Estévez fue gestor de todos los proyectos sociales y el redactor de los reglamentos para el funcionamiento de cada obra realizada por su esposa. Profesionalmente fue nombrado, en 1881 Catedrático Interino de Derecho Canónico e Historia de la Iglesia, para 1883, Catedrático Interino de Economía Política y Estadística y en 1889, Catedrático Auxiliar de Derecho Civil y Canónico.
Con motivo de la inauguración del teatro La Caridad, en 1885, permanecieron los esposos una temporada en Santa Clara. Las autoridades gubernamentales de esta ciudad, como gesto de gratificación por todos los aportes sociales creados por él, junto a su esposa, lo declararon Hijo Adoptivo, a la vez que denominaron con su nombre, la calle San Juan Bautista.
Unos festejos celebrados, entre el 28 de febrero y el 2 de marzo de 1895, en esta propia villa, fueron tomados por el gobierno colonial como de simpatía, con la causa independentista surgida en el país, el 24 de febrero. Este confuso accionar, motivó el apresurado salir de la familia hacia Francia, en junio de ese mismo año.
Ya en suelo francés, Luis se incorporó al Comité de Auxilio, formado por cubanos emigrados en aquel país, para ayudar a liberar Cuba, del oprobio español. Concluida la Guerra de Independencia nacional, en 1898 y después de una temporal estancia en los Estados Unido de América, la pareja decidió regresar a la patria.
Al constituirse la República de Cuba, el 20 de mayo de 1902, Luís Estévez asumió, a instancias de Máximo Gómez, la candidatura para vicepresidente de la joven nación. Así mismo, atendió la Secretaría de Justicia, hasta que fue liberado del cargo, por iniciativa propia, en 1905. No le gustaba el rumbo del país y regresó nuevamente a Francia, a encontrarse con sus nietos.
Además del apego revolucionario, gran jurista y constante apoyar a Marta Abreu, en sus obras de caridad, dejó escrita obras donde dejó reflejado su pensamiento. Entre ellas: Tiempos Pasados, El Derecho Constitucional, Ojeada Sobre la Dominación Española en Europa, Tesis de Doctorado, Reformas de Nuestra Legislación Civil y Desde el Sanjón hasta Baire.
Víctima de una Peritonitis, tras ser operada del apéndice, el 30 de diciembre de 1908, murió su esposa Marta, en París, el 2 de enero de 1909. Se dijo, que fue tan grande el amor y la afinidad de esta pareja, que Luís Estévez, no soportó la ausencia de su eterna amada y se suicidó, justo un mes después, el 2 de febrero, hizo recientemente 101 años.
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