La Chirusa, Santa Clara, Villa Clara, 11 de Junio del 2009 (FDC). La veracidad del título que encabeza este articulo es algo hartamente conocido por cada trabajador en las distintas esferas laborales, ¿Pues quién puede conocer mejor que uno mismo su propio caso? Nadie mete la mano en la candela por nadie, es una frase que en varias oportunidades le dijeron al trabajador sobre el cual hablamos en nuestro trabajo anterior.
Se trata del profesor de idioma inglés, al cual aun no se le quiere reconocer su derecho a ser lo que ha sido durante toda su vida laboral, o sea, maestro en todos los niveles, secundario, pre universitario y universitario. Ya quedó demostrado que le asiste todo su derecho a ejercer la profesión para la cual estudió y se graduó en dos universidades.
Damos continuidad al asunto porque es algo que puede servir de ejemplo a cualquier otro ciudadano que se encuentre o que pudiera llegar a encarar una situación semejante. El obrero ha debido presentar todos los documentos oficiales en los cuales se refleja su condición de profesor de lengua inglesa, desde la década de los años 70 del siglo pasado.
Ello, echó por tierra la primera gran falacia mediante la cual se pretendió impedir que él pudiera dar clases, a saber, que nunca había impartido docencia en secundaria y pre universitario. No es justo que se le niegue a un obrero su derecho a ejercer su profesión basándose en una documentada mentira.
¿Qué más puede argumentar el Director Municipal de Educación en Santa Clara para impedirle al docente el derecho que le asiste? Máxime cuando al trabajador se le reconoció que su labor fue satisfactoria durante el tiempo que trabajó voluntariamente, se le debe permitir que continúe con las clases, porque es lo que ha hecho desde graduado.
Todos los demás acápites de la resolución mediante la cual se le niega su derecho al trabajador educacional, se vienen abajo al comprobar los resultados obtenidos durante los primeros cuatro meses del año en curso. El docente aplicó correctamente los nuevos métodos evaluativos e hizo llegar a sus alumnos el enfoque comunicativo en la asignatura que nos ocupa.
Es necesario hacer resaltar el hecho, que además llevó sus conocimientos a los profesores noveles a los cuales les visitó clases así como ayudó a las dos bibliotecarias del pre universitario Álvaro Barba Machado, las cuales cursan la Licenciatura en Idioma Inglés. Un trabajo realizado con tanto amor debe ser reconocido y no sancionado.
El profesor desea continuar en su especialidad, aunque ya la Dirección Nacional de Recursos Humanos del Ministerio de Educación, en la persona director del departamento, Antonio Masot Arencibia, le ha permitido que se incorpore a un puesto no docente, el maestro desea que se enmiende todo el error y no una parte de él.
Se vuelve a enfatizar que todas las pruebas y documentos oficiales se encuentran en poder del abogado que asesoró al afectado y pueden ser analizadas detenidamente por todo aquél que lo solicite. La solución definitiva es una sola y sencilla, que se permita a un educador continuar ejercer el magisterio.
Mientras más tiempo de experiencia acumule un profesor de idiomas, mayor será su caudal académico, su vocabulario bilingüe y su maestría docente educativa. No en vano la propia dirección municipal reconoció su actividad como DESTACADA.
No debe permitirse que una vida laboral calificada por el Director Municipal, Leandro Moya Camacho de positiva pueda ser manchada, eso no es correcto. Solamente se defiende el derecho de un simple obrero de la Educación a trabajar en su especialidad, porque cada hombre o mujer debe demandar lo que le pertenece.
Se trata del profesor de idioma inglés, al cual aun no se le quiere reconocer su derecho a ser lo que ha sido durante toda su vida laboral, o sea, maestro en todos los niveles, secundario, pre universitario y universitario. Ya quedó demostrado que le asiste todo su derecho a ejercer la profesión para la cual estudió y se graduó en dos universidades.
Damos continuidad al asunto porque es algo que puede servir de ejemplo a cualquier otro ciudadano que se encuentre o que pudiera llegar a encarar una situación semejante. El obrero ha debido presentar todos los documentos oficiales en los cuales se refleja su condición de profesor de lengua inglesa, desde la década de los años 70 del siglo pasado.
Ello, echó por tierra la primera gran falacia mediante la cual se pretendió impedir que él pudiera dar clases, a saber, que nunca había impartido docencia en secundaria y pre universitario. No es justo que se le niegue a un obrero su derecho a ejercer su profesión basándose en una documentada mentira.
¿Qué más puede argumentar el Director Municipal de Educación en Santa Clara para impedirle al docente el derecho que le asiste? Máxime cuando al trabajador se le reconoció que su labor fue satisfactoria durante el tiempo que trabajó voluntariamente, se le debe permitir que continúe con las clases, porque es lo que ha hecho desde graduado.
Todos los demás acápites de la resolución mediante la cual se le niega su derecho al trabajador educacional, se vienen abajo al comprobar los resultados obtenidos durante los primeros cuatro meses del año en curso. El docente aplicó correctamente los nuevos métodos evaluativos e hizo llegar a sus alumnos el enfoque comunicativo en la asignatura que nos ocupa.
Es necesario hacer resaltar el hecho, que además llevó sus conocimientos a los profesores noveles a los cuales les visitó clases así como ayudó a las dos bibliotecarias del pre universitario Álvaro Barba Machado, las cuales cursan la Licenciatura en Idioma Inglés. Un trabajo realizado con tanto amor debe ser reconocido y no sancionado.
El profesor desea continuar en su especialidad, aunque ya la Dirección Nacional de Recursos Humanos del Ministerio de Educación, en la persona director del departamento, Antonio Masot Arencibia, le ha permitido que se incorpore a un puesto no docente, el maestro desea que se enmiende todo el error y no una parte de él.
Se vuelve a enfatizar que todas las pruebas y documentos oficiales se encuentran en poder del abogado que asesoró al afectado y pueden ser analizadas detenidamente por todo aquél que lo solicite. La solución definitiva es una sola y sencilla, que se permita a un educador continuar ejercer el magisterio.
Mientras más tiempo de experiencia acumule un profesor de idiomas, mayor será su caudal académico, su vocabulario bilingüe y su maestría docente educativa. No en vano la propia dirección municipal reconoció su actividad como DESTACADA.
No debe permitirse que una vida laboral calificada por el Director Municipal, Leandro Moya Camacho de positiva pueda ser manchada, eso no es correcto. Solamente se defiende el derecho de un simple obrero de la Educación a trabajar en su especialidad, porque cada hombre o mujer debe demandar lo que le pertenece.
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