El Condado, Santa Clara, Villa Clara. 4 de junio del 2009 (FDC). La Serie Nacional de Béisbol en Cuba, donde participan 16 equipos representativos de cada una de las provincias, llegó a su final en la primera etapa. En la fase siguiente los ocho que clasificaron por las regiones oriental y occidental se eliminan entre si.
Por la zona del este compitieron los combinados de Santiago de Cuba, Holguín, Ciego de Ávila y Villa Clara. En la del oeste fueron los equipos de La Habana, Pinar del Río, Sancti Spíritus e Isla de la Juventud. Del choque entre las novenas de ambos territorios los ganadores La Habana y Villa Clara se baten por el cetro.
De éstos topes de siete juegos a ganar cuatro, el que triunfe se coronará campeón de la serie. Por lo general el triunfador siempre gana más de 45 encuentros desde la fase clasificatoria hasta la final. También como resumen serán seleccionados los mejores peloteros de esta 48 Serie Nacional.
Hay una fuerte rivalidad entre los competidores por obtener los primeros lugares en bateo, picheo, jonrones, hit y bases robadas. Muchos aspiran a realizar jugadas extraordinarias, con las miras puestas en la selección Cuba, del que todos desean formar parte, única posibilidad de viajar al exterior de los atletas.
Muchos peloteros cuyos average los hacen acreedores de un puesto de regular en el conjunto representativo de la nación cubana, sufren una gran decepción al comprobar, que no es el rendimiento el aval que se exige. La cuestión para ser miembro del team nacional, es la incondicionalidad política al gobierno.
Cientos de deportistas de las más variadas disciplinas, ante el ultraje de verse despojados de un puesto en la selección, optaron por retirarse del deporte activo. Mientras otros marcharon al extranjero y hoy integran las filas del profesionalismo, con su actuación dan muestras de que existen aún grandes reservas en éste archipiélago.
El Clásico Mundial realizado en el mes de marzo, en ciudades de México y Estados Unidos de América, interrumpió durante varias semanas el campeonato que se desarrollaba entre los conjuntos del patio. Los resultados del mismo evidencian que nuestros representantes en éste deporte, no son beneficiarios de la técnica moderna.
Derrotados por la novena japonesa, los cubanos que viajaron acompañados de la delegación más numerosa de todas las que llevaron los competidores de otras naciones, vieron con tristeza como el manager Higinio Vélez no dirigió bien técnicamente. Los cubanos tuvieron un total de 72 miembros, de ellos solo 28 peloteros.
Ellos imaginaron que desde La Habana “El Compañero de las Reflexiones” emitía las órdenes y orientaba jugadas a realizar por los jugadores. Parece que al igual que el “triunfador” de la guerra de Angola, en este caso deseaba triunfar también a través de la distancia sin exponer el pellejo sobre el terreno.
Cuando los juegos comenzaban, en toda la isla se despertaba un enorme entusiasmo, los estadios se abarrotaban y la pasión era delirante. Con ello la población olvidaba por momentos la dura situación económica y política a que es sometida, con seguridad los dirigentes del estado anhelan el inicio de éste entretenimiento.
Gran preocupación ocasiona a la élite del Partido Comunista de Cuba, la poca o ninguna concurrencia del pueblo a los coliseos para mirar en acción a los atletas de su simpatía. Los fanáticos con esto expresan su insatisfacción por la forma en que el totalitarismo y sus funcionarios conducen éste pasatiempo nacional.
Hasta ahora, la enorme campaña publicitaria desarrollada por la dirección política a través de la radio, televisión y prensa plana o digital no ha logrado que los terrenos de las bolas y los strike se llenen de nuevo, como ocurría en años anteriores. Debido a la manifiesta disminución de la calidad deportiva, que ha escapado hacia el extranjero.
Los certámenes organizados como los juegos del ALBA, de un franco matiz político e ideológico, resultaron un simple desgaste físico para los participantes. El play - off, que se desarrolla en éstos días con la ausencia del club Industriales y la derrota de Santiago de Cuba, indica que el béisbol cubano ésta en franca recesión.
Por la zona del este compitieron los combinados de Santiago de Cuba, Holguín, Ciego de Ávila y Villa Clara. En la del oeste fueron los equipos de La Habana, Pinar del Río, Sancti Spíritus e Isla de la Juventud. Del choque entre las novenas de ambos territorios los ganadores La Habana y Villa Clara se baten por el cetro.
De éstos topes de siete juegos a ganar cuatro, el que triunfe se coronará campeón de la serie. Por lo general el triunfador siempre gana más de 45 encuentros desde la fase clasificatoria hasta la final. También como resumen serán seleccionados los mejores peloteros de esta 48 Serie Nacional.
Hay una fuerte rivalidad entre los competidores por obtener los primeros lugares en bateo, picheo, jonrones, hit y bases robadas. Muchos aspiran a realizar jugadas extraordinarias, con las miras puestas en la selección Cuba, del que todos desean formar parte, única posibilidad de viajar al exterior de los atletas.
Muchos peloteros cuyos average los hacen acreedores de un puesto de regular en el conjunto representativo de la nación cubana, sufren una gran decepción al comprobar, que no es el rendimiento el aval que se exige. La cuestión para ser miembro del team nacional, es la incondicionalidad política al gobierno.
Cientos de deportistas de las más variadas disciplinas, ante el ultraje de verse despojados de un puesto en la selección, optaron por retirarse del deporte activo. Mientras otros marcharon al extranjero y hoy integran las filas del profesionalismo, con su actuación dan muestras de que existen aún grandes reservas en éste archipiélago.
El Clásico Mundial realizado en el mes de marzo, en ciudades de México y Estados Unidos de América, interrumpió durante varias semanas el campeonato que se desarrollaba entre los conjuntos del patio. Los resultados del mismo evidencian que nuestros representantes en éste deporte, no son beneficiarios de la técnica moderna.
Derrotados por la novena japonesa, los cubanos que viajaron acompañados de la delegación más numerosa de todas las que llevaron los competidores de otras naciones, vieron con tristeza como el manager Higinio Vélez no dirigió bien técnicamente. Los cubanos tuvieron un total de 72 miembros, de ellos solo 28 peloteros.
Ellos imaginaron que desde La Habana “El Compañero de las Reflexiones” emitía las órdenes y orientaba jugadas a realizar por los jugadores. Parece que al igual que el “triunfador” de la guerra de Angola, en este caso deseaba triunfar también a través de la distancia sin exponer el pellejo sobre el terreno.
Cuando los juegos comenzaban, en toda la isla se despertaba un enorme entusiasmo, los estadios se abarrotaban y la pasión era delirante. Con ello la población olvidaba por momentos la dura situación económica y política a que es sometida, con seguridad los dirigentes del estado anhelan el inicio de éste entretenimiento.
Gran preocupación ocasiona a la élite del Partido Comunista de Cuba, la poca o ninguna concurrencia del pueblo a los coliseos para mirar en acción a los atletas de su simpatía. Los fanáticos con esto expresan su insatisfacción por la forma en que el totalitarismo y sus funcionarios conducen éste pasatiempo nacional.
Hasta ahora, la enorme campaña publicitaria desarrollada por la dirección política a través de la radio, televisión y prensa plana o digital no ha logrado que los terrenos de las bolas y los strike se llenen de nuevo, como ocurría en años anteriores. Debido a la manifiesta disminución de la calidad deportiva, que ha escapado hacia el extranjero.
Los certámenes organizados como los juegos del ALBA, de un franco matiz político e ideológico, resultaron un simple desgaste físico para los participantes. El play - off, que se desarrolla en éstos días con la ausencia del club Industriales y la derrota de Santiago de Cuba, indica que el béisbol cubano ésta en franca recesión.
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