LA BUSCADA FRUTA PROHIBIDA, Guillermo Fariñas Hernández.

La Chirusa, Santa Clara, Villa Clara, 25 de junio del 2009 (FDC). Un gran despliegue de las huestes represivas recorre la central provincia de Villa Clara. De pronto se ha montado una notoria ofensiva contra los bancos de videos clandestinos, que distribuyen por encima de lo establecido filmes y programas televisivos extranjeros.

Esta arremetida también incluye a los pocos privilegiados que pueden darse el caro lujo de pagar 50 pesos convertibles cubanos (CUC), a los especialistas en instalar los cualesquiera 199 canales digitales de DIRECTV. Donde se miran diariamente los solicitados canales 41, 23 y Mega TV, basificados en Miami, estado de La Florida.

Según fuentes anónimas dentro del Ministerio del Interior las prioridades en las ocupaciones son dos. La primera de ellas consiste en los siete programas “A mano Limpia” del mencionado Canal 41, en los cuales ha testimoniado el teniente coronel Juan Reinaldo Sánchez Crespo, quien fue miembro de la Seguridad Personal de Fidel Castro.

En ellos este alto oficial del Ministerio del Interior saca a colación intimidades vergonzantes de la familia Castro-Soto de Valle, que se han mantenido ocultas a la opinión pública nacional. Con muchas fotos incluidas se han podido observar las interioridades penosas de los residentes en la zona denominada Punto Cero.

Este espacio televisivo conducido magistralmente por el dominicano Oscar Haza, se ha transformado en el plato fuerte para la información de lo que pasa dentro de Cuba. Y en los últimos años ha hecho énfasis en hacerles saber a los televidentes de todo el mundo, lo que ocurre con la enfermedad del Dr. Fidel Castro Ruz.

Nada de lo tratado allí puede ser tolerado por la gerontocracia que maneja el poder en la isla, la que decretó: “La salud del Comandante en Jefe es un Secreto de Estado”. El aislamiento informativo en que se trata de mantener a la mayor parte de la ciudadanía nacional de facto, resulta quebrantado por estos materiales.

El otro motivo de la embestida, son los discos proyectados a cuadros altos y medios del Partido Comunista de Cuba. Donde se ven las discusiones entre Raúl Castro Ruz junto a sus más cercanos seguidores, contra los defenestrados Carlos Lage Dávila, Felipe Pérez Roque, Fernando Remírez de Estenoz y Carlos Manuel Valenciaga Díaz.

Lo antes referido, ya algunos bancos de videos lo ofertaban encubiertamente y el comentario entre los pocos que lograron verlo era que la corrupción en las esferas superiores daba al cuello. Cuestión que entraba en franca contradicción con la imagen de pureza y sacrificio que les atribuyen a los dirigentes castristas.

A algunos de los “banqueros” que fueron allanados por sorpresa los oficiales de la Seguridad del Estado los acusaron de contribuir a desestabilizar al país. O sea, el abierto reconocimiento a las endebles político-económico-social del tan fanfarroneado sistema liderado durante 50 años por los hermanos Castro.

Los registros a estas videotecas ocultas, que son las muestras del espíritu emprendedor de los cubanos del centro del archipiélago. Siempre era una operación conjunta de la Seguridad del Estado tradicional, asesorada por el Departamento de Instrucción del PCC, que ahora es una especie de contrainteligencia ideológica.

Mantener aislado del mundo exterior al cubano, para que sea incapaz de comparar lo afirmado por los medios de prensa oficialistas con los del adversario, es la esencia de estas inspecciones. Los bancos de videos son como una mortal enfermedad contaminante, pues traen parte de la verdad, que es la buscada fruta prohibida.