La Chirusa, Santa Clara, Villa Clara, 18 de junio del 2009 (FDC). Aun quedan las gratitudes e insatisfacciones de la 48 Serie Nacional de Béisbol entre los fanáticos de esta isla larga y estrecha nombrada Cuba. Muchos cubanos sufrieron ante las jugadas positivas o negativas, según el equipo de su preferencia.
Esta serie se caracterizó por un receso a mitad de temporada para que la selección nacional participara en el II Clásico Mundial de Béisbol, efectuado en ciudades de Japón, Puerto Rico, México, Canadá y Estados Unidos de América. En cuyo evento, los deportistas nacionales quedaron relegados a un quinto lugar.
En esta ocasión no se discutió el primer lugar, como en el anterior clásico contra la novena de Japón. Aunque en aquel momento quedó el sabor amargo de la derrota ante los hijos de “La Tierra del Sol Naciente”, por lo menos se pudo alcanzar una apreciada medalla de plata y la permanencia de este deporte entre los mejores del mundo.
Un hecho que sin dudas resultó muy publicitado por el bien engrasado aparato de control y manipulación política del castrismo. Que se caracteriza por hacer uso y abuso de los triunfos deportivos internacionales como modo de hacerle propaganda ideológica al régimen en el poder, hace algo mas de 50 largos años.
Esta vez, el contexto fue totalmente distinto para el béisbol de la isla, puesto que allí se impuso la concepción beisbolera asiática. Esta es significativa por tener a la velocidad en función de la ofensiva, donde casi nunca juegan atletas corpulentos y bateadores de conexiones de largo alcance.
Los peloteros de Asia son jugadores con rasgos muy particulares al jugar, como es ser chocadores de los lanzamientos y saber dirigirlos según el tipo de pitcheo contra ellos ejecutado. En Cuba se les conoce como “los que batean en el aire”, pues siempre tratan con velocidad de alcanzar la primera base y no de conectar un espectacular jonrón.
Cuales atletas, los del continente más al este del planeta, también se especializan en poseer una hermética defensa del terreno y un pitcheo con un alto control en los lanzamientos. Los lanzadores de Japón, Corea del Sur, Taipei de China y hasta la recién incorporada a estas lides, la Republica Popular China, ponen las pelotas donde más les duele a los bateadores contrarios.
Una potencia beisbolera como los Estados Unidos de América, tuvo que conformarse con el tercer lugar en la competencia de mayor fortaleza en la pelota mundial, detrás de Japón, el flamante campeón por segunda ocasión y Corea del Sur, ganador del segundo sitio. Todo parece indicar que para ganar en este deporte es mejor ser veloz, que poseer fortaleza y musculatura.
Dentro de las series nacionales del patio, algo parecido sucedió con la eliminación del multicampeón Santiago de Cuba, fichado por tener una temible tanda ofensiva de bateadores de largo metraje. Los santiagueros fueron sacados de la final por un equipo Villa Clara de hombres inexpertos, pero con buen tacto y veloces, esto resultó toda una traumática sorpresa.
El posterior éxito villaclareño versus la mejor selección beisbolera de la concluida Serie Nacional, el aguerrido club de Ciego de Ávila, fue otro asombro perturbador. No obstante se impuso la rapidez en el corrido de las bases y que “Los Naranjas” cometieron un menor número de pifias que “Los Tigres Avileños”.
Al llegar a la serie final con el equipo La Habana, donde salvo un juego, que se fue de un solo lado, todos los otros terminaron muy parejos. En los encuentros, primó el por mucho, mejor pitcheo de “Los Vaqueros” sobre el de Villa Clara y aunque los habanistas no corren tan veloces como los villaclareños, si son bastante rápidos y al final triunfaron.
Lo ocurrido tanto en el II Clásico como en la terminada 48 Serie Nacional, son los primeros avances de lo que vendrá, respecto al uso de la velocidad para ganarle al adversario. El team dirigido por Eduardo Martín Saura, siempre estuvo con su anterior director Víctor Mesa Martínez entre los ocho finalistas.
Esto es resultado de la aplicación recurrente de la ligereza en función del ataque para ganarle al contrario, en ese espectáculo de masas, que es jugar a la pelota en Cuba. Ahora todo se reduce a anotar carreras y ganar juegos de béisbol, porque quedaron en el olvido aquellos peloteros fortachones con sus enormes masas musculares para encantar al público.
Villa Clara como equipo, nunca ha contado con un cuerpo de pitcheo de excelencia y si con la instauración de la velocidad para ganarle al contendiente. Sorpresivamente los lanzadores villaclareños respondieron con un buen desempeño ante los elencos de Santiago de Cuba y Ciego de Ávila y así llegaron a la finalísima. Ante La Habana mermó el pitcheo y perdieron.
Hoy, unos delgados y rápidos jugadores son quienes deciden cualquier juego y sus campeonatos. El denominado “Fenómeno Villa Clara” es cuestión clara para aficionados y estudiosos de Licenciatura en Cultura Física. Debido a que los peloteros jóvenes de la central provincia aunque no hablen en japonés, lograron eso…… jugar como unos asiáticos del centro del país.
Esta serie se caracterizó por un receso a mitad de temporada para que la selección nacional participara en el II Clásico Mundial de Béisbol, efectuado en ciudades de Japón, Puerto Rico, México, Canadá y Estados Unidos de América. En cuyo evento, los deportistas nacionales quedaron relegados a un quinto lugar.
En esta ocasión no se discutió el primer lugar, como en el anterior clásico contra la novena de Japón. Aunque en aquel momento quedó el sabor amargo de la derrota ante los hijos de “La Tierra del Sol Naciente”, por lo menos se pudo alcanzar una apreciada medalla de plata y la permanencia de este deporte entre los mejores del mundo.
Un hecho que sin dudas resultó muy publicitado por el bien engrasado aparato de control y manipulación política del castrismo. Que se caracteriza por hacer uso y abuso de los triunfos deportivos internacionales como modo de hacerle propaganda ideológica al régimen en el poder, hace algo mas de 50 largos años.
Esta vez, el contexto fue totalmente distinto para el béisbol de la isla, puesto que allí se impuso la concepción beisbolera asiática. Esta es significativa por tener a la velocidad en función de la ofensiva, donde casi nunca juegan atletas corpulentos y bateadores de conexiones de largo alcance.
Los peloteros de Asia son jugadores con rasgos muy particulares al jugar, como es ser chocadores de los lanzamientos y saber dirigirlos según el tipo de pitcheo contra ellos ejecutado. En Cuba se les conoce como “los que batean en el aire”, pues siempre tratan con velocidad de alcanzar la primera base y no de conectar un espectacular jonrón.
Cuales atletas, los del continente más al este del planeta, también se especializan en poseer una hermética defensa del terreno y un pitcheo con un alto control en los lanzamientos. Los lanzadores de Japón, Corea del Sur, Taipei de China y hasta la recién incorporada a estas lides, la Republica Popular China, ponen las pelotas donde más les duele a los bateadores contrarios.
Una potencia beisbolera como los Estados Unidos de América, tuvo que conformarse con el tercer lugar en la competencia de mayor fortaleza en la pelota mundial, detrás de Japón, el flamante campeón por segunda ocasión y Corea del Sur, ganador del segundo sitio. Todo parece indicar que para ganar en este deporte es mejor ser veloz, que poseer fortaleza y musculatura.
Dentro de las series nacionales del patio, algo parecido sucedió con la eliminación del multicampeón Santiago de Cuba, fichado por tener una temible tanda ofensiva de bateadores de largo metraje. Los santiagueros fueron sacados de la final por un equipo Villa Clara de hombres inexpertos, pero con buen tacto y veloces, esto resultó toda una traumática sorpresa.
El posterior éxito villaclareño versus la mejor selección beisbolera de la concluida Serie Nacional, el aguerrido club de Ciego de Ávila, fue otro asombro perturbador. No obstante se impuso la rapidez en el corrido de las bases y que “Los Naranjas” cometieron un menor número de pifias que “Los Tigres Avileños”.
Al llegar a la serie final con el equipo La Habana, donde salvo un juego, que se fue de un solo lado, todos los otros terminaron muy parejos. En los encuentros, primó el por mucho, mejor pitcheo de “Los Vaqueros” sobre el de Villa Clara y aunque los habanistas no corren tan veloces como los villaclareños, si son bastante rápidos y al final triunfaron.
Lo ocurrido tanto en el II Clásico como en la terminada 48 Serie Nacional, son los primeros avances de lo que vendrá, respecto al uso de la velocidad para ganarle al adversario. El team dirigido por Eduardo Martín Saura, siempre estuvo con su anterior director Víctor Mesa Martínez entre los ocho finalistas.
Esto es resultado de la aplicación recurrente de la ligereza en función del ataque para ganarle al contrario, en ese espectáculo de masas, que es jugar a la pelota en Cuba. Ahora todo se reduce a anotar carreras y ganar juegos de béisbol, porque quedaron en el olvido aquellos peloteros fortachones con sus enormes masas musculares para encantar al público.
Villa Clara como equipo, nunca ha contado con un cuerpo de pitcheo de excelencia y si con la instauración de la velocidad para ganarle al contendiente. Sorpresivamente los lanzadores villaclareños respondieron con un buen desempeño ante los elencos de Santiago de Cuba y Ciego de Ávila y así llegaron a la finalísima. Ante La Habana mermó el pitcheo y perdieron.
Hoy, unos delgados y rápidos jugadores son quienes deciden cualquier juego y sus campeonatos. El denominado “Fenómeno Villa Clara” es cuestión clara para aficionados y estudiosos de Licenciatura en Cultura Física. Debido a que los peloteros jóvenes de la central provincia aunque no hablen en japonés, lograron eso…… jugar como unos asiáticos del centro del país.
COCO YO ESTUDIE CONTIGO , ERES UN FALSANTE , HIPOCRITA , YA NO HACES HUELGUITAS DE HAMBRE SO DESCARAO , YA TIENES ACCESO A UNA REVISTA PARA PUBLICAR TUS COSAS COMO TE LO DEJAN HACER CHIVATON .
ResponderEliminarQuien te atendia en tus huelguitas de hambre la gusanona doctora que iba a tu casa o la seguridad del estado .
ResponderEliminarrobertico que te pasa y ese ataque de c... con el otro, deja de dividir sies o no es que importa almenos se escucharon sus de=nuncias
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