jueves, 4 de junio de 2009

LA HISTORIA NO CULPA AL CAPITALISMO, Ramón Jiménez Arencibia.

El Condado, Santa Clara, Villa Clara, 4 de junio del 2009. Existen criterios generalizados entre los sociólogos y los estudiosos de las Ciencias Sociales, de que la historia no se repite exactamente igual. Todo acontecimiento tiene aunque parecido en sus aristas principales determinados rasgos secundarios desiguales, lo que diferencia a éstos en última instancia es el tiempo en que se producen.

A diario por la prensa y televisión cubana, se informa de hechos de sangre con características horribles, ocurridos principalmente en Estados Unidos de América. En ellos se responsabiliza al “modo de vida norteamericano” y a las sociedades de consumo de ser la causa de estos arranques de locura, que sacuden a la humanidad.

La propiedad privada base del capitalismo que hace el papel de motor impulsor de la permanente Revolución Científico-Técnica, que lleva a cabo en el mundo de hoy. Es acusada de ser fuente del egoísmo, ambición, salvajismo y de las condiciones pésimas de trabajo, así como de la explotación que sufre el obrero.

Para el simple lector, carente de los medios de información y de comunicación necesarios, incluida la Internet. Algo que no le permite estar actualizados de lo que acontece en este planeta y solo posee un receptor de onda corta, para escuchar lo que se trasmite sobre Cuba, llega a la conclusión de que todo se renueva.

Cuando alguien afirma que el país esta detenido en el tiempo, es que las transformaciones que estremecen al universo no llegan a este archipiélago. Donde las fuerzas dominantes del poder del estado cubano, están interesadas en que el ciudadano de la isla siga confinado, sin que el mundo se abra para él.

Se afirma con mucho énfasis por los medios informativos de la televisión y la radio nacional, que los asesinatos cometidos en esa nación por personas descarriadas, son propios de ese sistema. Donde el hombre es enemigo del hombre y se enfatiza que esto no tiene lugar en Cuba.

Los crímenes que han tenido lugar en ciudades como Miami, New York y en otros países del mundo, no son exclusivos de los mismos. Aquí en Cuba han ocurrido hechos vandálicos de este mismo tipo, que por el grado de censura no recoge la Crónica Roja, pero han estremecido la sensibilidad humana.

Sucesos como los que se relatan en los siguientes párrafos, donde por ironías los mismos tienen cierta similitud con los que se produjeron en norteamérica. Son algo demostrativo de que la historia se repite y que tales hechos son reiterativos, aunque sucedan en distantes y diferentes épocas.

En el reparto “Los Sirios” de la ciudad de Santa Clara, Villa Clara, en un Circulo Social con ese mismo nombre, se produjo una reyerta tumultuaría entre jóvenes menores de 25 años. De la misma resultaron muertos al instante cuatro de ellos y el agresor fue ejecutado esa noche por los vecinos enardecidos.
Otros hechos de sangre conmocionaron a la opinión pública nacional e internacional como el “Caso Carnicero”, un ajuste de cuentas entre elementos delincuentes del bajo mundo nacional. Donde a la víctima la descuartizaron y sus restos fueron introducidos en tres sacos de nylon abandonados en la barriada de Puentes Grandes, La Habana.

Acontecimientos como éstos hacen presumir que lo acaecido en ciudades del norte de nuestro continente son frecuentes en Cuba, aunque separados en el tiempo y el espacio geográficos. Violaciones sexuales, prostitución, asaltos, robos y homicidios, las escenas se hacen parecidas, aparentan ser las mismas en áreas territoriales diversas.

Causas análogas en aquel país y en éste determinan que la historia que recoge éstos hechos de sangre sean similares y se reiteren. Lo que no se le puede imputar al capitalismo, a la propiedad privada o la sociedad de democracia representativa, es ser la única causa de éstos arrebatos que sacuden a todas las sociedades en este mundo.

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