“Instruir puede cualquiera, educar solo quien sea un evangelio vivo”…José Martí.
El Condado, Santa Clara, Villa Clara. 1ro de Junio del 2009 (FDC). Por todos es conocido que en Cuba la educación primaria, secundaria, preuniversitaria y superior aparentemente es gratuita. Este último aspecto se hace una constante en la propaganda del régimen, lo cual constituye su caballo de batalla en los forum internacionales.
Desde hace algún tiempo los niños reciben las tele-clases por los canales de televisión, ya que el Ministerio de Educación estima es un buen sistema de aprendizaje, con lo cual discrepan la mayoría de los padres, al considerar que sus hijos no se sienten motivados con esas clases.
Con los métodos anteriores, cuando un niño comenzaba la escuela elemental, tenía una maestra que impartía las clases del primero al cuarto grado, ya en quinto y sexto les correspondía a dos profesores cada curso. El alumno que desaprobara podía repetir el mismo nivel hasta dos veces.
Con la instauración del gobierno totalitario y puesta en práctica de la mal llamada Revolución Educacional, unido a una política educacional errónea que no estimuló a estos sectores laborales del país. Se produjo el éxodo masivo de profesores calificados hacia otras esferas de la economía.
La situación creada en esta rama del saber se hizo crítica, cientos de aulas sin maestros, miles de niños y adolescentes no recibieron clases. Todo amenazaba con derrumbar el mito, levantado a costa de las carencias del pueblo: “Cuba se ha convertido en una gran escuela”.
Producto de la situación anterior, surgió la idea en la dirección política de crear los famosos Maestros Emergentes y Profesores Integrales. Estos últimos han dejado mucho que desear. Ya que los mismos no tienen los conocimientos necesarios para impartir la diversidad de materias que contempla el programa.
No se paran frente a los alumnos a enseñar, ni a transmitir los conocimientos que los educandos esperan recibir, sólo se limitan a poner los cassetes de las video – clases. Y cuando estos les formulan alguna pregunta, los evaden o simplemente para salir del paso, le responden que en el próximo encuentro explicarán.
Los educadores emergentes, forman parte de la cantera, que engrosó las filas de los Trabajadores Sociales. Alumnos de séptimo, octavo noveno grado y egresados de los preuniversitarios con las peores calificaciones. Prestos ya a abandonar los estudios, el estado los utilizó como la tabla salvadora de aquel momento en la educación.
Cuando la medicina es mal aplicada, es peor el remedio que la enfermedad”, así reza una frase muy oportuna para la ocasión. Con estas medidas, de cubrir las plazas vacantes en los diferentes grados de escolaridad con personal flotante, se agudizó la crisis de éste sector en todos los niveles de enseñanza.
Casos han ocurridos que demuestran la insensatez de estas decisiones gubernamentales. La ineficiencia ha hecho retroceder el proceso docente - educativo. Condicionar el resultado de la evaluación de un pedagogo, al hecho de no desaprobar a ningún estudiante y su incidencia en el salario del mismo, resulta algo inadmisible.
Testigos son los cientos de padres que ven con preocupación como ahora sus hijos en el quinto y sexto año de la carrera universitaria, así como los que concluyen el grado l2, deben someterse a un examen de ortografía. De no aprobarlo, no pueden continuar los estudios correspondientes.
Engañan al mundo al afirmar que esta nación es una fortaleza educacional. El hecho de realizar estas evaluaciones obedece a la falta de conocimientos gramaticales e históricos, que poseen los graduados de las diferentes carreras. La culpa no es de ellos, sino de quienes lo formaron, porque…. enseñar puede cualquiera.
El Condado, Santa Clara, Villa Clara. 1ro de Junio del 2009 (FDC). Por todos es conocido que en Cuba la educación primaria, secundaria, preuniversitaria y superior aparentemente es gratuita. Este último aspecto se hace una constante en la propaganda del régimen, lo cual constituye su caballo de batalla en los forum internacionales.
Desde hace algún tiempo los niños reciben las tele-clases por los canales de televisión, ya que el Ministerio de Educación estima es un buen sistema de aprendizaje, con lo cual discrepan la mayoría de los padres, al considerar que sus hijos no se sienten motivados con esas clases.
Con los métodos anteriores, cuando un niño comenzaba la escuela elemental, tenía una maestra que impartía las clases del primero al cuarto grado, ya en quinto y sexto les correspondía a dos profesores cada curso. El alumno que desaprobara podía repetir el mismo nivel hasta dos veces.
Con la instauración del gobierno totalitario y puesta en práctica de la mal llamada Revolución Educacional, unido a una política educacional errónea que no estimuló a estos sectores laborales del país. Se produjo el éxodo masivo de profesores calificados hacia otras esferas de la economía.
La situación creada en esta rama del saber se hizo crítica, cientos de aulas sin maestros, miles de niños y adolescentes no recibieron clases. Todo amenazaba con derrumbar el mito, levantado a costa de las carencias del pueblo: “Cuba se ha convertido en una gran escuela”.
Producto de la situación anterior, surgió la idea en la dirección política de crear los famosos Maestros Emergentes y Profesores Integrales. Estos últimos han dejado mucho que desear. Ya que los mismos no tienen los conocimientos necesarios para impartir la diversidad de materias que contempla el programa.
No se paran frente a los alumnos a enseñar, ni a transmitir los conocimientos que los educandos esperan recibir, sólo se limitan a poner los cassetes de las video – clases. Y cuando estos les formulan alguna pregunta, los evaden o simplemente para salir del paso, le responden que en el próximo encuentro explicarán.
Los educadores emergentes, forman parte de la cantera, que engrosó las filas de los Trabajadores Sociales. Alumnos de séptimo, octavo noveno grado y egresados de los preuniversitarios con las peores calificaciones. Prestos ya a abandonar los estudios, el estado los utilizó como la tabla salvadora de aquel momento en la educación.
Cuando la medicina es mal aplicada, es peor el remedio que la enfermedad”, así reza una frase muy oportuna para la ocasión. Con estas medidas, de cubrir las plazas vacantes en los diferentes grados de escolaridad con personal flotante, se agudizó la crisis de éste sector en todos los niveles de enseñanza.
Casos han ocurridos que demuestran la insensatez de estas decisiones gubernamentales. La ineficiencia ha hecho retroceder el proceso docente - educativo. Condicionar el resultado de la evaluación de un pedagogo, al hecho de no desaprobar a ningún estudiante y su incidencia en el salario del mismo, resulta algo inadmisible.
Testigos son los cientos de padres que ven con preocupación como ahora sus hijos en el quinto y sexto año de la carrera universitaria, así como los que concluyen el grado l2, deben someterse a un examen de ortografía. De no aprobarlo, no pueden continuar los estudios correspondientes.
Engañan al mundo al afirmar que esta nación es una fortaleza educacional. El hecho de realizar estas evaluaciones obedece a la falta de conocimientos gramaticales e históricos, que poseen los graduados de las diferentes carreras. La culpa no es de ellos, sino de quienes lo formaron, porque…. enseñar puede cualquiera.
Saludos,
ResponderEliminarCon todo el respeto que usted merece, permitame profundizar en el tema ya que enseñar es algo más que pararse frente a un grupo de alumnos. Enseñar es trasmitir conocimientos. Se transmite y se enseña lo que se conoce siempre y cuando se sepa llegar a oidos receptores usando métodos adecuados para ello.
Si miramos la definición de la palabra, según la Real Academia de la Lengua Española:
enseñar.
(Del lat. vulg. insignāre, señalar).
1. tr. Instruir, doctrinar, amaestrar con reglas o preceptos.
2. tr. Dar advertencia, ejemplo o escarmiento que sirva de experiencia y guía para obrar en lo sucesivo.
3. tr. Indicar, dar señas de algo.
4. tr. Mostrar o exponer algo, para que sea visto y apreciado.
Queda claro que solo se puede enseñar lo que se sabe o se conoce a profundidad, consciente de que a la par que se transmiten conocimientos también se está trasmitiendo un modelo o ejemplo a seguir. Un mal maestro es un ejemplo negativo para los alumnos en todos los sentidos.
El problema está, como usted bien lo señala, en que en Cuba, han llenado las plazas de maestros con personas que no están debidamente calificadas para ello, dado su bajo nivel de conocimientos y su deficiente formación pedagogica, sin entrar a considerar la vocación y el talento requerido que deben tener los educandos para ejercer su trabajo como maestros a cualquier nivel, pero sobre todo en los años más importantes y definitorios: la primaria, el inicio. Todo lo que mal empieza mal termina, dice el refrán y en este caso se aplica a la perfección. Sin una buena base, no se llega lejos.
La educación, la cual es el resultado de la instrucción de los conocimientos generales y particulares más la enseñanza de los códigos de conducta en todas las esferas: moral, civica, familiar, social, cultural,etc, Conceptos que deben aprender los educandos de acuerdo con los niveles educacionales que vayan adquiriendo.
Me satisface que Ud. haya abordado este tema de la educación en este foro de cubanos dignos. Creo que entre todos podemos profundizar en estos conceptos y juntos luchar por cambiar esta realidad que perjudica a nuestro país.
Muchos sabemos cuáles son las causas de esos problemas, dónde está el mal , el problema es cómo arrancarlo de raíz. Por lo pronto hay que seguir insistiendo para que el pueblo entienda que eso no es lo que se merece.
Un sistema educacional tan deficiente como el que existe en Cuba, cuesta demasiado caro, porque para pagarlo el pueblo ha renunciado a su libertad individual, sometiéndose a un sistema de gobierno que no está cumpliendo con sus deberes mas elementales, entre ellos el de garantizarle la alimentación, el techo, el abrigo, la educación y la salud a todos los ciudadanos por igual.
En Cuba no se educa acorde con las necesidades reales de los tiempos actuales donde existe un cumulo de información tan amplio que ya no basta con saber leer y escribir las palabras. Hace falta mucho más.
Esperanza.
No estoy de acuerdo con ustedes y me duele mucho estas palabras porque nosotros somos referencia en el mundo y me queda claro lo que nos han enseñado a cada uno , hace algún tiempo salí del país por mi cuenta y como profesional he constatado que aunque dificultades y deficiencias que hay que superar somos referencia.
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