jueves, 18 de junio de 2009

LOS PERROS Y LAS RATAS, Licet Zamora Carrandi


Santa Catalina, Santa Clara, Villa Clara, 18 de junio del 2009 (FDC). Según el Larousse, diccionario de la lengua española, la palabra perro en su primera acepción es un adjetivo que significa muy malo, indigno, persona enojada y de mal genio. En Cuba apodan perros, a las personas que por un incentivo molestan a sus semejantes con delaciones, asedios, acosos y atentados contra la integridad física.

La rata es un animal mamífero muy fecundo, roedor, destructor y voraz, lo asegura el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (DRAE). También se denominan asi en la isla a todo ciudadano despreciable, ladrón que hurta cosa de poco valor, tacaño, carente de valía y capaz de cualquier cosa por limpiar su acobardada imagen.

Toda la vida se ha escuchado la frase: “Cuando los perros ladran no muerden”. Es el momento en que se ponen contentas las ratas, que piensan que les van a perdonar la vida. Lo mismo les ocurre a las personas que representan la represión, primero te amenazan y luego tratan de intimidar con sujetos desmoralizados socialmente.

Psicólogos recomiendan que los niños, adolescentes, jóvenes y ancianos, en fin todas las personas deben vivir en armonía y respeto mutuo. Tarea bien difícil de concebir, debido a la falta de libertades no existe ni el más mínimo respeto a la población, constantemente se viola la llamada “Legalidad Socialista” y hasta la propia “Constitución de la Republica”.

A menudo se escucha decir en Cuba: “El respeto conocido es unilateral, es decir del pueblo oprimido a las entidades represivas, como por ejemplo la Seguridad del Estado y la Policía Nacional Revolucionaria”. La confusión aumenta considerablemente debido a que los perros no entienden de leyes y mucho menos las ratas.

Los oficiales de la represiva estudian Licenciatura en Derecho, pero a propósito desconocen las leyes, pues constantemente las violan convenientemente. Si denuncias ante una unidad policial un desmán de la Policía Política, no procede la misma o estos alegan desconocer el procedimiento, argumento por el cual expresa la población que son unos mafiosos.

No existe terrorismo en la octava maravilla del mundo, mucho menos de estado. Si llenan la fachada de una casa, incluida la puerta y ventanas de asfaltil, porque no piensas igual a la dictadura castrista, no te asustes, la sugerencia es que lo interpretes como un mural abstracto, es más inteligente, explicas lo que consideres y asunto concluido.

El jefe de la PNR en Santa Clara teniente coronel Francisco Darias, fue quien dio el nombre a los hechos descritos, los catalogó de sabotaje y terrorismo. Aun se desconocen las causas de la paralización de la denuncia. Lo que no se entiende es el afán de poner a los opositores pacíficos como terroristas, si el terror es propagado por los propios uniformados.

Si al amanecer la entrada frontal a la vivienda está llena de excrementos, no se puede asegurar que es un atentado. Esa mala costumbre que tiene la Seguridad del Estado de expresar lo que siente, en horas de la madrugada, es demostrativo que los efectivos radicados en Carretera de Camajuaní y Circunvalación dan lo que les sobra… porque: “cada cual entrega lo que tiene”.
De llegar el día y ver las paredes de los domicilios escritas con frases ofensivas a la integridad moral de los anticastristas. Tengan en cuenta que son seres humanos y expresan lo que sienten, tras largas horas sin llegar a sus hogares, en el constante asedio a los pacifistas. Lo que ha provocado que sus esposas los traicionen al cansarse de las recurrentes ausencias maritales.

Es un típico caso en Cuba, según Fidel Castro: “El país más justo del mundo y donde las cuestiones malas en la sociedad se deben a las acciones terroristas del imperialismo yanqui”. Si los métodos utilizados por la Seguridad del Estado, no son otra cosa que bandolerismo, ¿Entonces que son? Habría que poner a los filólogos a revisar el idioma castellano.

Todos estos actos de brutalidad orientados por la Seguridad del Estado y ejecutados por personas que están comprometidas por ser chantajeables delincuentes comunes, viven con la creencia que podrán limpiar su imagen con estas acciones. No aprendieron que “Roma paga a los traidores pero los desprecia”, esta es la asociación entre perros y ratas.

1 comentario:

  1. Saludos,
    Que pena que los perros y las ratas anden juntos en tales fechorías.
    Yo creo que me volvería gata y por lo menos los ratones tendrían que salir huyendo. Y los perros se quedarían ladrándoles a la luna.
    Acaben con las ratas de la mejor manera. Si no quieren volverse gatos, usen un "flautista" para que se los lleve de la ciudad.
    Bueno hablar desde acá es muy fácil, lo malo es cuando se está allá, viviendo en un barrio donde todos conviven con las ratas sin mirar el daño que éstas provocan y lo peor, permitir que los perros las usen para sus fechorías.
    Pobre Cuba, y pobre los cubanos valientes rodeados de apáticos indolentes, que hasta firman un papel sin mirar las consecuencias. Vaya, en otras palabras, al que se le ocurrió proclamar el socialismo como único sistema legal y eterno en Cuba, conocía muy bien de los perros y las ratas a su disposición.
    Esperanza.

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