La Chirusa, Santa Clara, Villa Clara, 2 de julio del 2009 (FDC). La demostración que el castrismo es un fracaso fue reconocida entre letras en sendos artículos publicados por el periódico Granma. En los escritos “Ingreso petrolero cae a la mitad en Venezuela” y “El ingreso más inmediato que puede tener nuestro país es el ahorro” se acepta crípticamente tal situación.
En ambos titulares se usa el término “ingreso” y esto hace sospechar a los observadores más suspicaces. Desde el punto de vista económico En el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española dice en su quinta acepción, Ingreso: “Caudal que entra en poder de alguien, y que le es de cargo en las cuentas”.
Durante 50 años el sistema denominado socialista por sus líderes históricos ha dependido de subsidios externos, para poder mantenerse al frente del estado totalitario. Resultó demasiado largo el periodo donde se vivió a cuenta de de la Unión Soviética, mientras que en un breve lapso se pendió de la República Popular China.
Desde el año 2000, la isla de Cuba y su hacienda cuelgan del caudal que le es entregado por la Revolución Bolivariana, encabezada por el presidente de Venezuela Hugo Rafael Chávez Frías. Tras la caída estrepitosa del campo socialista europeo, el ex – golpista promotor del Socialismo del Siglo XXI se ha echado a cuesta las finanzas cubanas.
Claro, la novedosa situación tiene que ser tratada con pinzas por lo delicado del momento histórico-político, por el que atraviesa la nación caribeña. Con su líder fundador convaleciente y postrado en cama de una “desconocida” enfermedad, que incluso fue decretada oficialmente cual “secreto de estado”.
Esto trae como consecuencia que el doctor Fidel Castro Ruz, ya no puede convencer a sus conciudadanos mediante el uso de la retórica, su principal instrumento de hacer proselitismo político. Ahora trata de persuadir a sus gobernados a través de unas impersonales “reflexiones” periodísticas, que no meten en cintura a nadie.
Si le agregamos, una reciente defenestración a altos cargos dentro del aparato de poder castrista, que muestra las fisuras en las elevadas esferas del socialismo cubano. Debido a que se exponen unos videos secretos a dirigentes intermedios del Partido Comunista de Cuba, en los cuales se puede ver la atomización entre quienes dirigen a la Revolución Cubana.
Cuestión peliaguda es como comunicarle a un pueblo ya cansado, por algo más de media centuria de penurias y promesas materiales incumplidas, que las carencias extremas regresaran nuevamente. Los gobernantes y el aparato de control social le temen a la reacción del ciudadano de a pie agotado de tantas decepciones oficiales.
Los artículos de prensa antes mencionados fueron publicados por separado, para que el lector promedio no se percate de golpe y porrazo que regresa en su dolorosa crudeza “El Periodo Especial”. Aquellos que manipulan la información que ellos creen le debe llegar al pueblo cubano, entienden que el conocimiento de la nueva desgracia es hacerla saber poco a poco.
Medios de prensa oficialistas recurrentemente culpabilizan a la ciudadanía de la isla con las insuficiencias actuales de combustibles. Se ha desatado toda una campaña desde la que se proyectan los sobreconsumos energéticos en el sector residencial, como pecados de la población y nada se dice de los errores en la política de generación de energía de la dirigencia fidelista.
Para la genética autosuficiencia y el nunca reconocimiento de las meteduras de pata, propias de la dirigencia en Cuba, es algo duro reconocer que el fidelismo resultó un total fiasco. Entonces se recurre mejor a responsabilizar a los de abajo, porque la nomenclatura no acepta, que desde el propio año 1959, apostaron al caballo perdedor.
En ambos titulares se usa el término “ingreso” y esto hace sospechar a los observadores más suspicaces. Desde el punto de vista económico En el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española dice en su quinta acepción, Ingreso: “Caudal que entra en poder de alguien, y que le es de cargo en las cuentas”.
Durante 50 años el sistema denominado socialista por sus líderes históricos ha dependido de subsidios externos, para poder mantenerse al frente del estado totalitario. Resultó demasiado largo el periodo donde se vivió a cuenta de de la Unión Soviética, mientras que en un breve lapso se pendió de la República Popular China.
Desde el año 2000, la isla de Cuba y su hacienda cuelgan del caudal que le es entregado por la Revolución Bolivariana, encabezada por el presidente de Venezuela Hugo Rafael Chávez Frías. Tras la caída estrepitosa del campo socialista europeo, el ex – golpista promotor del Socialismo del Siglo XXI se ha echado a cuesta las finanzas cubanas.
Claro, la novedosa situación tiene que ser tratada con pinzas por lo delicado del momento histórico-político, por el que atraviesa la nación caribeña. Con su líder fundador convaleciente y postrado en cama de una “desconocida” enfermedad, que incluso fue decretada oficialmente cual “secreto de estado”.
Esto trae como consecuencia que el doctor Fidel Castro Ruz, ya no puede convencer a sus conciudadanos mediante el uso de la retórica, su principal instrumento de hacer proselitismo político. Ahora trata de persuadir a sus gobernados a través de unas impersonales “reflexiones” periodísticas, que no meten en cintura a nadie.
Si le agregamos, una reciente defenestración a altos cargos dentro del aparato de poder castrista, que muestra las fisuras en las elevadas esferas del socialismo cubano. Debido a que se exponen unos videos secretos a dirigentes intermedios del Partido Comunista de Cuba, en los cuales se puede ver la atomización entre quienes dirigen a la Revolución Cubana.
Cuestión peliaguda es como comunicarle a un pueblo ya cansado, por algo más de media centuria de penurias y promesas materiales incumplidas, que las carencias extremas regresaran nuevamente. Los gobernantes y el aparato de control social le temen a la reacción del ciudadano de a pie agotado de tantas decepciones oficiales.
Los artículos de prensa antes mencionados fueron publicados por separado, para que el lector promedio no se percate de golpe y porrazo que regresa en su dolorosa crudeza “El Periodo Especial”. Aquellos que manipulan la información que ellos creen le debe llegar al pueblo cubano, entienden que el conocimiento de la nueva desgracia es hacerla saber poco a poco.
Medios de prensa oficialistas recurrentemente culpabilizan a la ciudadanía de la isla con las insuficiencias actuales de combustibles. Se ha desatado toda una campaña desde la que se proyectan los sobreconsumos energéticos en el sector residencial, como pecados de la población y nada se dice de los errores en la política de generación de energía de la dirigencia fidelista.
Para la genética autosuficiencia y el nunca reconocimiento de las meteduras de pata, propias de la dirigencia en Cuba, es algo duro reconocer que el fidelismo resultó un total fiasco. Entonces se recurre mejor a responsabilizar a los de abajo, porque la nomenclatura no acepta, que desde el propio año 1959, apostaron al caballo perdedor.
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