jueves, 9 de julio de 2009

SITUACIÓN PRECARIA DE SALUD, Sandra Domínguez Ayala.

Miami, Florida, 9 de julio del 2009. Recientemente tuve conocimiento por la Internet de la situación de salud de los reos Ariel y Guido Sigler Amaya. En ambos casos es curioso la presencia de síntomas comunes como son: Artritis, Debilidad Muscular, Pérdida de Masa Corporal y Dificultad Motora, motivo por el que se encuentran en sillas de ruedas.

Por todos los síntomas antes mencionados cabe destacar que ambos son portadores de una Polineuropatía Periférica, enfermedad que causó muchos males en Cuba hace años atrás y que aun sigue presentándose, pero que muchos por desconocimiento ni imaginan. Así como causó la perdida de visión o disminución de la misma atribuida al factor de mala alimentación y una dieta insuficiente en vitaminas. Ya que la canasta básica no garantiza absolutamente nada.

Tratándose de prisioneros es aun más difícil la situación de salud, pues en estos centros de reclusión (cárceles) la alimentación es extremadamente mala. Una denuncia que ha sido una constante por parte de la prensa independiente y los observadores del cumplimiento o no de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

La Polineuropatía como patología además de causar todos estos síntomas antes mencionados, puede presentar otras manifestaciones clínicas, como son aumento de la Presión Arterial y molestos problemas digestivos. Esto es atribuido a la insuficiencia de los nervios que controlan los vasos sanguíneos.

El tratamiento esta basado en vitaminas, fundamentalmente del grupo B -12 y una dieta balanceada, también incluye Fisioterapia de Rehabilitación y ejercicios físicos entre otros. Debe hacerse un estudio minucioso de la sangre, porque esta enfermedad puede obedecer a otras causas como Diabetes u otras infecciones.

Se requiere de una Electromiografía y pruebas de Conducción Nerviosa, lo cual desconocemos si se hizo en estos casos. Para todo esto los pacientes deben estar hospitalizados y la recuperación le tomaría meses. Como galena creemos que no es posible permanecer bajo un régimen carcelario en estas circunstancias.

Si el caso estuviera relacionado con algún dirigente, familiar de estos o estudiante extranjero el tratamiento sería diferenciado. Aunque no creo que estos sufran de carencias vitamínicas, ni del Síndrome de FF, como se dice en Cuba por el argot popular “Fuera de Fonda” o se sea que las personas están hambreadas.

Quisiéramos saber si los médicos que trabajan en estas penitenciarias y laboran con el Ministerio del Interior realizaron el Juramento Hipocrático y lo de mayor esencialidad si lo practican con estos reos considerados ideológicamente adversos al régimen

Este que plantea entre otras cosas que:

TENDRÉ a todos los que me han enseñado este arte el mismo afecto que a mis padres, y con su mismo espíritu y entrega impartiré a otros el conocimiento del arte médico. Con diligencia seguiré al día los avances de la Medicina. Sin discriminación y en la medida en que ello no ponga en peligro la atención que debo a mis otros pacientes. Trataré a todos los que soliciten mis servicios y buscaré, cuando así lo requiera el beneficio de mi paciente, el consejo de colegas más competentes.

SEGUIRÉ el método de tratamiento que, según mi capacidad y juicio, me parezca mejor para beneficio de mi paciente, y me abstendré de toda acción dañosa o malintencionada. Nunca prescribiré ni administraré a ningún paciente, aun cuando me lo pidiere, una medicina en dosis letal, y nunca aconsejaré cosa semejante; ni haré nada, por acción u omisión, con el propósito directo y deliberado de acabar con una vida humana.

Yo me pregunto si estos galenos de estas cárceles cubanas se rigen como debe ser por el Juramento Hipocrático o solo responden al Juramento que le hicieron al Médico Divino Fidel Castro Ruz.

Pedimos por la pronta recuperación de estas personas, hoy en prisión y hacemos un llamado urgente a la Comunidad Internacional para que le de un seguimiento al estado de deterioro de la salud de todos los reos políticos cubanos y especialmente Ariel y Guido Sigler Amaya.

No hay comentarios:

Publicar un comentario