jueves, 23 de julio de 2009

LA UNIDAD RECLAMO DE LA ÉPOCA. Ramón Jiménez Arencibia.


El Condado, Santa Clara Villa Clara, 23 de julio del 2009 (FDC). Los extranjeros llegan a la farsa conclusión que el tiempo se perdió en Cuba. Estudiosos de la realidad cubana, económica, política, social, al remitirse a la historia de sus hombres y mujeres llenas de paginas heroicas, ven el inmovilismo del pueblo en el momento actual.

Es lógico que estos piensen así, ese criterio es compartido por cientos de analistas en cuestiones políticas de este hemisferio. Los que ven con seria preocupación, como el país que alcanzó su independencia del colonialismo español en denodada lucha durante 30 años, hoy parece estar detenido.

¿Qué ha ocurrido? ¿Será acaso que los años transcurridos sin lograr sacudirse la tiranía de encima, sembró el desaliento y el conformismo en los patriotas? ¿Habrá que admitir que las violentas represiones, las persecuciones y acosos de que son objetos los disidentes, han logrado abrir grietas en la coraza de acero de la ciudadanía?

He aquí algunas respuestas. El régimen dictatorial ha usado con cierta efectividad la mano del terror, para desarticular la oposición interna. Cientos de compatriotas permanecen en las prisiones, algunos cumplen largas condenas. El miedo, ese recurso psicológico utilizado por la Policía Política, ha logrado en parte sus objetivos.

Los que salen a las calles en franco desafío al terror rojo, organizan marchas y otras actividades públicas, reciben golpes y maltratos de los cuerpos represivos del estado totalitario, que también lanzan contra ellos las turbas paramilitares. Estos concitan con sus acciones las simpatías del pueblo, pero no logran que éste se les incorpore.

50 años, bajo un agobiante sistema autoritario, sin libertad de prensa, ni libertades políticas de ninguna índole. Con un régimen económico, donde el estado centraliza todas las actividades, colectiviza la agricultura, restringe de mil maneras las diligencias por cuenta propia haciéndolas prácticamente insostenible.

En la lucha por las libertades democráticas, desde el primero de enero del año l959, se enfrentaron las corrientes históricamente opuestas. Los que lucharon por una libertad verdadera y los que solo vieron en esa fecha, el inicio de la marcha hacia la mal llamada dictadura del proletariado.

Playa Girón, las guerrillas campesinas en el Escambray, la intensa actividad clandestina en las ciudades, ninguna de estas estrategias de lucha logró derribar la dictadura de los Castro. Que fue la punta de lanza del Comunismo Internacional, los grupos que organizaron estas acciones se reciclaron con el decursar del tiempo.

Varios son los factores que han incidido en la perpetuación en el poder de la élite gobernante y eso responde a la pregunta que cualquier extranjero se formulara. La falta de ayuda efectiva del gobierno estadounidense cuando la invasión por Bahía de Cochinos, cuya derrota cambió el curso de la historia.

Unido a lo anterior el aplastamiento de las guerrillas campesinas, por la misma causa y la feroz represión contra los enemigos del sistema totalitario, que lleva implícita elevadas condenas de cárcel e incluso el fusilamiento.

Agotados los caminos de la violencia para alcanzar el imperio de la ley, la democracia y el respeto a los derechos humanos, queda sólo una vía, que ahorraría dolor y lagrimas a éste pueblo. La transición pacifica hacia un estado donde la “Ley Primera de la República sea el Culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre”.

Evitar que la gloriosa historia de estos años se pierda es tarea de la disidencia. El pueblo parece apático e indiferente a la lucha, pero no es así, la unidad indestructible de la oposición alrededor de un programa anticrisis, es una exigencia de la vieja y nueva generación de cubanos como reclamo de la época.

1 comentario:

  1. Saludos. Muy buen análisis. Lo felicito.
    Siempre entro y los leo a todos pero veo que esto no es un foro real porque nunca me responden. No hay debate solo exposición de parte de ustedes. Me asalta la duda porque, aunque simpatizo muchisimo con todos ustedes y los admiro extraordinariamente por lo que estan haciendo, aveces me parece que al leerlos estoy leyendo planillas escritas colgadas en un mural y como tal no admiten réplicas.
    Se que en Cuba no existe una tradicción de debatir los temas publicados en la prensa porque allá no existe el debate abierto a ningun nivel. Es hora de empezar a practicarlo, creo yo.
    Un Abrazo
    Esperanza.

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