Santa Catalina, Santa Clara, Villa Clara, 2 de julio del 2009 (FDC). La noticia del golpe de estado en Honduras se difundió en Cuba con inmediatez, a través de la televisión y las emisoras radiales. De pronto no se habla más que del gobierno golpista que sorprendió al presidente de ese país José Manuel Zelaya y su gabinete, así como a la canciller Patricia Rodas.
Un reportaje captado por una periodista de Telesur, mostró la agresividad de que fue objeto la residencia del mandatario. Según el video la puerta trasera fue agujereada con un arma de fuego para poder entrar, se observó la entrada de su dormitorio rota, al igual que la habitación de su hija.
Situación difícil la sufrida por la canciller, Patricia Rodas, quien confirmó la noticia del arribo del nefasto gobierno a representantes de otros estados y a su vez le solicito inmunidad diplomática, debido a las presiones que estaba sometida. El embajador cubano se personó en el domicilio de la funcionaria para apoyarla, más no resulto por la agresividad desarrollada por el escuadrón militar.
En los noticieros de televisión cubana se pudo escuchar la narración del señor embajador de la Republica de Cuba en Honduras, Juan Carlos Hernández. De como fue golpeado y arrastrado junto con la señora Rodas, desde su domicilio hasta los autos que los trasladaron a las afueras de la ciudad. Todo un real espécimen de brutalidad los sucesos allí acontecidos.
La prensa reportó desde el lugar de los hechos, donde se le pide apoyo a la comunidad internacional y aumenta la responsabilidad ante la opinión pública internacional con respecto a la vida del mandatario y su funcionaria. Todo lo que se pueda hacer por la vía pacifica es justo, el mundo repudia la violencia, los tratos crueles, inhumanos y degradantes.
Lo que no se entiende es como se puede abogar por el pacifismo, repudiar al terrorismo y tal bandolerismo, si las autoridades de esta isla son capaces de actuar de igual o peor modo. Ocurre en Cuba similar situación, esta vez el escenario es diferente, aquí lo padecen el ciudadano de a pie, los disidentes y opositores. Los ejemplos de palizas sobran y seria una larga lista por narrar.
Sacar sorpresivamente a un presidente que duerme, lo arrestan y se lo llevan ¿No se sabe a donde? ¿Ni para que? y luego aparece en Costa Rica. Pero en Cuba la Seguridad del Estado se lleva por la fuerza a los opositores pacíficos, cuando van a algún lugar y después abandonarlos en otro municipio o provincia, tras una buena golpiza.
Un ejemplo reciente, es el pacifista Jorge Luís García Pérez (Antúnez), cada vez que viaja para La Habana, es detenido y no se sabe donde lo llevan, al igual que a su esposa Iris Tamara Pérez Aguilera, ambos son golpeados y detenidos. Estas acciones todas son bajo las acusaciones de ser “Connotados Contrarrevolucionarios” y “Provocadores Mercenarios”.
Los que piensan contrario al régimen imperante en la mayor de las antillas, a menudo les son allanadas sus viviendas, como es el caso de Idania Yánez Contreras, presidenta de la Coalición Central Opositora (CCO). La que resulto invadida en tres ocasiones consecutivas, algo parecido sucedió en la residencia de Zelaya Rosales.
También las moradas de los detenidos en la ola represiva nombrada “La Primavera Negra” resultaron agredidas por la fuerza policial. La diferencia es, que en Cuba se tacha a defensores de los Derechos Humanos de terroristas, aunque siempre son inocentes, pues la injusticia aquí está marcada por pensar “diferente”.
La violencia genera violencia y siempre se debe abogar por la paz o el entendimiento entre las personas y pueblos. No se deben aprobar crímenes, actos de brutalidad o terrorismo. Todos deben ser repudiados sea esté a un presidente o ciudadano cualquiera. ¿Por qué los pacifistas cubanos son perseguidos, apaleados y apresados, al denunciar las arbitrariedades ante el mundo?
¿Cómo los gobernantes cubanos pueden reclamar justicia ante los hechos acaecidos en Honduras? ¿Por qué estos demandan por el presidente de Honduras José Manuel Zelaya y su canciller Patricia Rodas? Se debe censurar todo acto de crueldad. José Martí dijo: “Me parecen que me matan a un hijo, cada vez que privan a un hombre del derecho de pensar”, (22, 114).
Un reportaje captado por una periodista de Telesur, mostró la agresividad de que fue objeto la residencia del mandatario. Según el video la puerta trasera fue agujereada con un arma de fuego para poder entrar, se observó la entrada de su dormitorio rota, al igual que la habitación de su hija.
Situación difícil la sufrida por la canciller, Patricia Rodas, quien confirmó la noticia del arribo del nefasto gobierno a representantes de otros estados y a su vez le solicito inmunidad diplomática, debido a las presiones que estaba sometida. El embajador cubano se personó en el domicilio de la funcionaria para apoyarla, más no resulto por la agresividad desarrollada por el escuadrón militar.
En los noticieros de televisión cubana se pudo escuchar la narración del señor embajador de la Republica de Cuba en Honduras, Juan Carlos Hernández. De como fue golpeado y arrastrado junto con la señora Rodas, desde su domicilio hasta los autos que los trasladaron a las afueras de la ciudad. Todo un real espécimen de brutalidad los sucesos allí acontecidos.
La prensa reportó desde el lugar de los hechos, donde se le pide apoyo a la comunidad internacional y aumenta la responsabilidad ante la opinión pública internacional con respecto a la vida del mandatario y su funcionaria. Todo lo que se pueda hacer por la vía pacifica es justo, el mundo repudia la violencia, los tratos crueles, inhumanos y degradantes.
Lo que no se entiende es como se puede abogar por el pacifismo, repudiar al terrorismo y tal bandolerismo, si las autoridades de esta isla son capaces de actuar de igual o peor modo. Ocurre en Cuba similar situación, esta vez el escenario es diferente, aquí lo padecen el ciudadano de a pie, los disidentes y opositores. Los ejemplos de palizas sobran y seria una larga lista por narrar.
Sacar sorpresivamente a un presidente que duerme, lo arrestan y se lo llevan ¿No se sabe a donde? ¿Ni para que? y luego aparece en Costa Rica. Pero en Cuba la Seguridad del Estado se lleva por la fuerza a los opositores pacíficos, cuando van a algún lugar y después abandonarlos en otro municipio o provincia, tras una buena golpiza.
Un ejemplo reciente, es el pacifista Jorge Luís García Pérez (Antúnez), cada vez que viaja para La Habana, es detenido y no se sabe donde lo llevan, al igual que a su esposa Iris Tamara Pérez Aguilera, ambos son golpeados y detenidos. Estas acciones todas son bajo las acusaciones de ser “Connotados Contrarrevolucionarios” y “Provocadores Mercenarios”.
Los que piensan contrario al régimen imperante en la mayor de las antillas, a menudo les son allanadas sus viviendas, como es el caso de Idania Yánez Contreras, presidenta de la Coalición Central Opositora (CCO). La que resulto invadida en tres ocasiones consecutivas, algo parecido sucedió en la residencia de Zelaya Rosales.
También las moradas de los detenidos en la ola represiva nombrada “La Primavera Negra” resultaron agredidas por la fuerza policial. La diferencia es, que en Cuba se tacha a defensores de los Derechos Humanos de terroristas, aunque siempre son inocentes, pues la injusticia aquí está marcada por pensar “diferente”.
La violencia genera violencia y siempre se debe abogar por la paz o el entendimiento entre las personas y pueblos. No se deben aprobar crímenes, actos de brutalidad o terrorismo. Todos deben ser repudiados sea esté a un presidente o ciudadano cualquiera. ¿Por qué los pacifistas cubanos son perseguidos, apaleados y apresados, al denunciar las arbitrariedades ante el mundo?
¿Cómo los gobernantes cubanos pueden reclamar justicia ante los hechos acaecidos en Honduras? ¿Por qué estos demandan por el presidente de Honduras José Manuel Zelaya y su canciller Patricia Rodas? Se debe censurar todo acto de crueldad. José Martí dijo: “Me parecen que me matan a un hijo, cada vez que privan a un hombre del derecho de pensar”, (22, 114).
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