Camajuaní, Villa Clara, 2 de julio del 2009 (FDC). La despenalización del dólar dejó levemente abolido entre los cubanos el término “diversionismo ideológico”. Denominación que implicaba al portador con la música que oía, ropa que vestía o literatura leída, le traían conductas exacerbatorias de la sociedad capitalista de consumo.
Ante de los años 90 del pasado siglo XX, en Cuba todo lo que oliera a extranjero, por supuesto no proveniente de los amigos países socialistas o la sospechosa emigración era con dureza criticado. Y de hacerse demasiado persistente, dentro de la rigidez política del sistema hasta resultaba sancionado.
Como prisioneros, los nacionales estaban sujetos a estrictas leyes donde quedaban como vulgares delincuentes ante familiares, amigos y compañeros de trabajo. Todo el sistema legal del castrismo se encontraba en función de avergonzar y aislar a todos aquellos cubanos dispuestos a romper con los cánones ideológicos preestablecidos.
No era bajo ningún concepto una cuestión de juego, puesto que podían hasta ser recluidos, por tener vínculos familiares, amistosos o amorosos con posibles emigrantes. Se podía ser condenado por ser culpable del rimbombante delito conceptualizado como “Tráfico y Tenencia de Divisas Libremente Convertibles”.
Los militantes del Partido Comunista de Cuba (PCC) y Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) perdían la militancia, el prestigio y hasta sus puestos de trabajo por esta causa. Eran acosados e intimidados para convencerlos de que su pareja, familiar o amigo era un desafecto a la Revolución Socialista.
No fue muy difícil ver en ese tiempo a madres discrepar con sus hijos, amistades rotas, padres que después de terminar una relación de pareja, separaran a sus retoños de sus progenitoras, porque esta iniciara un compromiso con alguno de aquellos ilegales. Era en verdad muy asfixiante el acoso y la intolerancia ideológica.
Se discutía la actitud de cualquier trabajador que tuviera un familiar, por cercano que este fuera tras las rejas, por los motivos antes expuestos. Era como si estos seres humanos hubieran constituido una plaga maligna para la sociedad en general y sus familiares en particular
El gobierno que lleva la nimiedad de 50 años en el poder, todavía no necesitaba de las monedas capitalistas para mantenerse en el mando. Tras la estrepitosa caída del “campo socialista europeo” de pronto y posterior a un discurso del líder del fidelismo, un 26 de julio de 1993, tener esos satánicos dineros, ya no era algo malo.
En el policlínico “Octavio de la Concepción y la Pedraja” de esta comunidad, una Técnica en Estadística de Salud resultó separada de la UJC, por mantener relaciones amorosas con el doctor en medicina Jorge Perera. El motivo se basó en que mantenía vínculos maritales con Perera, quien había intentado salir ilegalmente del país.
Ahora, nadie quiere recordarse de estas cuestiones, tanto las víctimas y mucho menos los victimarios, porque al pasar el tiempo les parecen diáfanas crueldades. Sin embargo, dicen que para que las historias equivocadas no se repitan, cada cierto tiempo deben airarse al público, pues aunque apesten, el mal olor ayuda a no repetirlas.
Según los que gobiernan este país la familia es lo primero, no importa ahora de donde venga ni de que forma abandonó esta isla. De pronto dejaron de ser escorias o gusanos, hay que reunificar al núcleo familiar y darle libre acceso al turismo. Única alternativa algo desesperada para salvar a la Revolución Castrista.
Los medios de difusión masiva explicaban al pueblo la necesidad de esta opción y siempre la culpa recaía sobre el bloqueo imperialista yanqui, cual causante de toda la escasez existente en Cuba, a opinión de nuestros gobernantes. Así, que con la entrada de ese capital ellos se mantienen en el poder.
Entonces, el cubano que hasta hoy habita en esta tierra, pasó a tener un valor social insignificante, lo transformaron en ciudadano de una clase aun por categorizar. Esperan con ansiedad la llegada de algún familiar procedente de cualquier otro país, para poder admirar las bellezas naturales de su terruño, entre otras muchas cosas.
Pero no les quepa la menor duda, que de fallarles todo esto a quienes mandan, sacarán sus cabezas del lodo e idearan alguna maniobra que los mantenga en el poder. Para ellos en esta batalla vale todo, pues lo importante es continuar al frente del gobierno, así los gusanos tengan que ser aceptados como mariposas.
Ante de los años 90 del pasado siglo XX, en Cuba todo lo que oliera a extranjero, por supuesto no proveniente de los amigos países socialistas o la sospechosa emigración era con dureza criticado. Y de hacerse demasiado persistente, dentro de la rigidez política del sistema hasta resultaba sancionado.
Como prisioneros, los nacionales estaban sujetos a estrictas leyes donde quedaban como vulgares delincuentes ante familiares, amigos y compañeros de trabajo. Todo el sistema legal del castrismo se encontraba en función de avergonzar y aislar a todos aquellos cubanos dispuestos a romper con los cánones ideológicos preestablecidos.
No era bajo ningún concepto una cuestión de juego, puesto que podían hasta ser recluidos, por tener vínculos familiares, amistosos o amorosos con posibles emigrantes. Se podía ser condenado por ser culpable del rimbombante delito conceptualizado como “Tráfico y Tenencia de Divisas Libremente Convertibles”.
Los militantes del Partido Comunista de Cuba (PCC) y Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) perdían la militancia, el prestigio y hasta sus puestos de trabajo por esta causa. Eran acosados e intimidados para convencerlos de que su pareja, familiar o amigo era un desafecto a la Revolución Socialista.
No fue muy difícil ver en ese tiempo a madres discrepar con sus hijos, amistades rotas, padres que después de terminar una relación de pareja, separaran a sus retoños de sus progenitoras, porque esta iniciara un compromiso con alguno de aquellos ilegales. Era en verdad muy asfixiante el acoso y la intolerancia ideológica.
Se discutía la actitud de cualquier trabajador que tuviera un familiar, por cercano que este fuera tras las rejas, por los motivos antes expuestos. Era como si estos seres humanos hubieran constituido una plaga maligna para la sociedad en general y sus familiares en particular
El gobierno que lleva la nimiedad de 50 años en el poder, todavía no necesitaba de las monedas capitalistas para mantenerse en el mando. Tras la estrepitosa caída del “campo socialista europeo” de pronto y posterior a un discurso del líder del fidelismo, un 26 de julio de 1993, tener esos satánicos dineros, ya no era algo malo.
En el policlínico “Octavio de la Concepción y la Pedraja” de esta comunidad, una Técnica en Estadística de Salud resultó separada de la UJC, por mantener relaciones amorosas con el doctor en medicina Jorge Perera. El motivo se basó en que mantenía vínculos maritales con Perera, quien había intentado salir ilegalmente del país.
Ahora, nadie quiere recordarse de estas cuestiones, tanto las víctimas y mucho menos los victimarios, porque al pasar el tiempo les parecen diáfanas crueldades. Sin embargo, dicen que para que las historias equivocadas no se repitan, cada cierto tiempo deben airarse al público, pues aunque apesten, el mal olor ayuda a no repetirlas.
Según los que gobiernan este país la familia es lo primero, no importa ahora de donde venga ni de que forma abandonó esta isla. De pronto dejaron de ser escorias o gusanos, hay que reunificar al núcleo familiar y darle libre acceso al turismo. Única alternativa algo desesperada para salvar a la Revolución Castrista.
Los medios de difusión masiva explicaban al pueblo la necesidad de esta opción y siempre la culpa recaía sobre el bloqueo imperialista yanqui, cual causante de toda la escasez existente en Cuba, a opinión de nuestros gobernantes. Así, que con la entrada de ese capital ellos se mantienen en el poder.
Entonces, el cubano que hasta hoy habita en esta tierra, pasó a tener un valor social insignificante, lo transformaron en ciudadano de una clase aun por categorizar. Esperan con ansiedad la llegada de algún familiar procedente de cualquier otro país, para poder admirar las bellezas naturales de su terruño, entre otras muchas cosas.
Pero no les quepa la menor duda, que de fallarles todo esto a quienes mandan, sacarán sus cabezas del lodo e idearan alguna maniobra que los mantenga en el poder. Para ellos en esta batalla vale todo, pues lo importante es continuar al frente del gobierno, así los gusanos tengan que ser aceptados como mariposas.
Clara That's what jealeousy does to you. And you are talking shit just because you want to be one of us . HATER ! .
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