El Condado, Santa Clara, Villa Clara, 5 de noviembre del 2009. (FDC). Acaban de caer las cortinas de la cumbre celebrada en Cochabamba, Bolivia, que durante dos días sesionó en esa ciudad. Con la presencia de los presidentes que integran la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y donde una vez más la retórica izquierdista antinorteaméricana, se sintió con mucha fuerza.
A este grupo de países los une una plataforma común, bien definida, esta es opuesta a los Tratados de Libre Comercio de Estados Unidos de América con Latinoamérica. Comandados por el presidente de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías, sus objetivos son políticos, económicos y militares, en franco desafío a los países desarrollados del orbe.
Más que un bloque, donde se reúnen varios estados de América Latina y el Caribe, para buscar las vías que les permitan salir del atraso económico y el subdesarrollo tecnológico. Estos estadistas han creado un frente, cuya finalidad es combatir al gobierno de los Estados Unidos y otras naciones ricas del mundo.
No es por casualidad, que estos mandatarios agrupados en dicha alianza, eliminen paulatinamente las instituciones democráticas. Siempre con el inicio de procesos de referéndums para modificar las constituciones establecidas, para así romper las trabas que frenan la violación de los derechos económicos, políticos y sociales de las respectivas ciudadanías.
Por eso, para lograr coronar sus objetivos, siguen los consejos chavistas-fidelistas, a través de los cuales pretenden perpetuarse en el poder. Disímiles artimañas se ejecutan, como las que se aplican en Nicaragua, donde Daniel Ortega aspira a reelegirse en un paso abiertamente inscontitucional. Con la política de esta alianza, la “Libre Empresa” corre grave peligro.
La bandera principal que levanta el ALBA, es la lucha contra el inevitable e irreversible proceso de globalización. Ellos señalan que: “…. la globalización hace más ricos a los países ricos y mucho más pobres a los países pobres”. Presentan esto como un mal y una conjura del capitalismo mundial.
Globalización, representa en estos tiempos, una apertura de mercados, la libre circulación de capitales, productos, mercancías, tecnología e información. Todo esto demuestra, que el verdadero progreso no está en la ceguera política Chavista-Fidelista, sino en la inseparable alianza de dos libertades…. la política y la económica.
Una vez más este cónclave se refirió al tema del Embargo Económico Norteamericano hacia Cuba, a la creación de una moneda única, “El Sucre”, la cual será utilizada, como medio de pago en las transacciones entre estos estados y a no emplear el dólar estadounidense. También la formación de empresas conjuntas en determinadas ramas de la producción.
Una mención al embargo, se hizo en casi todas las intervenciones de los mandatarios a la cita. A pesar de eso, estos olvidaron, que en Cuba el gobierno totalitario bloquea el desarrollo hacia el progreso, a la vez que viola los derechos humanos. Hecho más condenable que cualquier otro que afronte la sociedad cubana.
Ratificaron nuevamente sus propósitos de construir el Socialismo del Siglo XXI, que como el anterior conduce a la sociedad cubana al estancamiento económico. Una mayor y asfixiante centralización de los recursos, la colectivización forzosa de la agricultura, un incremento inusitado de las penalidades de la población…. así continuará el nuevo escenario.
Volvieron con fuerza a la carga, al analizar la situación en la región, lanzaron duros ataques contra las naciones desarrolladas, por las desventuras que en este aspecto sufren los países del denominado Tercer Mundo. Aunque, no es menos cierto, que los problemas de los países subdesarrollados en gran parte son derivados de nocivos factores internos.
Hay que enterrar de una vez, el estandarte de este grupo de naciones, la pertinaz campaña contra las inversiones extranjeras de las multinacionales, o contra los injustos términos del intercambio comercial. Los cuales no son otra cosa, que ejercicios retóricos totalmente de espaldas a la realidad, como estos ecos de la cumbre…..
A este grupo de países los une una plataforma común, bien definida, esta es opuesta a los Tratados de Libre Comercio de Estados Unidos de América con Latinoamérica. Comandados por el presidente de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías, sus objetivos son políticos, económicos y militares, en franco desafío a los países desarrollados del orbe.
Más que un bloque, donde se reúnen varios estados de América Latina y el Caribe, para buscar las vías que les permitan salir del atraso económico y el subdesarrollo tecnológico. Estos estadistas han creado un frente, cuya finalidad es combatir al gobierno de los Estados Unidos y otras naciones ricas del mundo.
No es por casualidad, que estos mandatarios agrupados en dicha alianza, eliminen paulatinamente las instituciones democráticas. Siempre con el inicio de procesos de referéndums para modificar las constituciones establecidas, para así romper las trabas que frenan la violación de los derechos económicos, políticos y sociales de las respectivas ciudadanías.
Por eso, para lograr coronar sus objetivos, siguen los consejos chavistas-fidelistas, a través de los cuales pretenden perpetuarse en el poder. Disímiles artimañas se ejecutan, como las que se aplican en Nicaragua, donde Daniel Ortega aspira a reelegirse en un paso abiertamente inscontitucional. Con la política de esta alianza, la “Libre Empresa” corre grave peligro.
La bandera principal que levanta el ALBA, es la lucha contra el inevitable e irreversible proceso de globalización. Ellos señalan que: “…. la globalización hace más ricos a los países ricos y mucho más pobres a los países pobres”. Presentan esto como un mal y una conjura del capitalismo mundial.
Globalización, representa en estos tiempos, una apertura de mercados, la libre circulación de capitales, productos, mercancías, tecnología e información. Todo esto demuestra, que el verdadero progreso no está en la ceguera política Chavista-Fidelista, sino en la inseparable alianza de dos libertades…. la política y la económica.
Una vez más este cónclave se refirió al tema del Embargo Económico Norteamericano hacia Cuba, a la creación de una moneda única, “El Sucre”, la cual será utilizada, como medio de pago en las transacciones entre estos estados y a no emplear el dólar estadounidense. También la formación de empresas conjuntas en determinadas ramas de la producción.
Una mención al embargo, se hizo en casi todas las intervenciones de los mandatarios a la cita. A pesar de eso, estos olvidaron, que en Cuba el gobierno totalitario bloquea el desarrollo hacia el progreso, a la vez que viola los derechos humanos. Hecho más condenable que cualquier otro que afronte la sociedad cubana.
Ratificaron nuevamente sus propósitos de construir el Socialismo del Siglo XXI, que como el anterior conduce a la sociedad cubana al estancamiento económico. Una mayor y asfixiante centralización de los recursos, la colectivización forzosa de la agricultura, un incremento inusitado de las penalidades de la población…. así continuará el nuevo escenario.
Volvieron con fuerza a la carga, al analizar la situación en la región, lanzaron duros ataques contra las naciones desarrolladas, por las desventuras que en este aspecto sufren los países del denominado Tercer Mundo. Aunque, no es menos cierto, que los problemas de los países subdesarrollados en gran parte son derivados de nocivos factores internos.
Hay que enterrar de una vez, el estandarte de este grupo de naciones, la pertinaz campaña contra las inversiones extranjeras de las multinacionales, o contra los injustos términos del intercambio comercial. Los cuales no son otra cosa, que ejercicios retóricos totalmente de espaldas a la realidad, como estos ecos de la cumbre…..
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