jueves, 5 de noviembre de 2009

EPÍSTOLA DE LA REDACCIÓN, No: 21


En el día de ayer, parece que la cordura se comenzó a imponer entre los gobernantes de América Latina, pues se acaba de instalar una denominada Mesa de Diálogo en Honduras. A partir del 7 de octubre del 2009, en un hotel de esa pintoresca ciudad que es Tegucigalpa, las partes enfrentadas se sentaron a negociar una salida a la crisis institucional de esa nación.

Lo interesante de lo que allí ocurre, viene dado en primer lugar, porque actúa como entidad mediadora la Organización de Estados Americanos (OEA). Incluso se encuentra presente su secretario general, el ex – canciller chileno José Miguel Insulza, quien está acompañado por un numeroso grupo de ministros de relaciones exteriores de los países latinoamericanos.

Aunque este dialogo sea un dolor para los gobernantes populistas e izquierdistas radicales como Hugo Chávez Frías, Evo Morales Ayma, Rafael Correa Delgado y Daniel Ortega Saavedra. Quienes necesitan exacerbar perennemente los ánimos entre los seguidores de las izquierdas versus derechas y así culpabilizar a otros de las carencias de sus pueblos.

Una cuestión intolerable para los seguidores de esa doctrina política, nombrada Socialismo del Siglo XXI, la cual no cuenta con base teórica y académica alguna, sin lugar a dudas que las conversaciones tomaron como base “El Pacto de San José”. Un documento reconciliador del presidente de la República de Costa Rica Oscar Arias Sánchez.

Debido a que los acólitos del populismo en la América Hispana ven como un autentico peligro el prestigio como reconciliador del este estadista centroamericano. Ya él demostró con creces, que se puede negociar, si de ambas partes ceden un poco. Así fue como se terminó La Guerra en Centroamérica, en la década de los 80 del pasado Siglo XX.

Quedó demostrado que la única organización regional que puede evitar un conflicto armado entre los americanos, es precisamente la OEA. Pues tanto el ALBA o el MERCOSUR están demasiado permeados por los gobernantes representativos de la izquierda fanatizada. Además que en ella es miembro el país más poderoso del continente, los Estados Unidos de América.

De lo que acontece en estas transacciones entre adversarios, ya ha podido conocerse algunos trascendidos. En primer lugar, el gobernante actual de Honduras Roberto Micheletti dijo estar dispuesto a abandonar su cargo. Pero solo pone una condición para ello, el ex – presidente Manuel Zelaya también debe dejar su investidura.

Aquí es donde se verá, si a Zelaya Rosales les interesa realmente el futuro de la patria como proclama constantemente o por el contrario desea alargar el conflicto para hacerse del poder. Porque a veces, la frontera entre un patriota y un ambicioso es un frágil y sutil línea que pueden ser descubiertas en instantes históricos.

Cierto, que la mayoría de hombres y mujeres democrático-civilizados de este planeta apuestan, para que entre los hondureños se pongan de acuerdo y regrese la tranquilidad ciudadana. Por otra parte, aquellos que sobreviven echándole leñas al fuego en las sociedades, hace bastante rato que se aventuraron para que este parlamento fracase.

Es necesario ser optimista ante las circunstancias que vive el hermano pueblo de Honduras, los cubanos debemos vernos en ese espejo político-social, donde sea hace más civilizado platicar con los contrarios que matarlos. La tierra donde se nació y que se transforma en la patria, no debe ser mancillada por una dolorosa guerra civil. Esto lo saben bien los hondureños.

FDC.

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