La Chirusa, Santa Clara, Villa Clara, 29 de octubre del 2009 (FDC). Para los integrantes de la oposición pacífica dentro de Cuba es sabido, que la inmensa mayoría de los anticastristas desean exiliarse. Una proyección social de este segmento de la población cubana que también es valorada por los Equipos Multi Disciplinarios de los distintos órganos represivos.
De un tiempo a esta parte, en la provincia de Villa Clara existen 27 oponentes no violentos, a los cuales se les niega la llamada popularmente Tarjeta Blanca. Esta tarjeta es oficialmente el Permiso de Salida Definitiva del Territorio Nacional o sea los ciudadanos cubanos son una especie de esclavos, en pleno siglo XXI.
Según informaciones de los propios oficiales operativos de la Seguridad del Estado, la decisión de a quien dejan salir o a quien retienen aquí, de un modo definitivo o temporal, no depende de las decisiones de ellos. Una instancia a nivel nacional determina esto, los represores la llaman con ambigüedad solo “El Alto Mando”.
Incluso, determinados disidentes cuando han abordado esta temática con los uniformados que directamente los reprimen día a día, han recibido la respuesta intrigante, que las salidas de los anticastristas las disponen, el mismísimo Comité Central del Partido Comunista de Cuba.
Todo esto ha acarreado una nueva actitud de los que abiertamente se oponen al régimen comunista nacional, la misma consiste en dos variables fundamentalmente. La primera de ellas es que los prodemocratas se resignan a continuar en la oposición, a pesar que ya no puedan salir del país, como era su anhelado sueño.
A este grupo, que por cierto es mayoritario entre los chantajeados, algunos observadores de la realidad socio-política actual los denominan: “Los que aprietan el paso”. Por lo general, no aceptan coacción para huir de su tierra y comprenden que tendrán que vivir entre sobresaltos de ir una y otra vez a prisión.
Un segundo conjunto de oponentes al totalitarismo acepta de mala gana las nuevas reglas y se alejan de las actividades anticastristas, ellos son los conceptualizados como: “Los que aflojan el paso”. Entre estos aparecen indefectiblemente aquellos que para acelerar su salida del archipiélago, se transforman en despreciables “Agentes Chantajeados”.
Sin embargo, las circunstancias internas del mismo poder totalitario han hecho que de un tiempo a esta parte, no reciban ni la Tarjeta Blanca los que aflojaron el paso. Cuando los represores de oficio son cuestionados por los opositores, sus respuestas denotan una marcada perplejidad, pues ellos solo saben decir que son órdenes superiores.
La realidad objetiva es que a pesar del desangramiento sistemático, que significan las constantes salidas hacia la diáspora de opositores a los hermanos Fidel y Raúl Castro Ruz, esta misma oposición crece y se multiplica por día. Porque la ciudadanía percibe esta actividad como una de las tantas maneras de escapar de esta isla-prisión.
Existe un anecdotario de la oposición pacífica villaclareña, como el paso que dio la presidenta de la Coalición Central Opositora (CCO), la señora Idania Yánez Contreras. Ella junto a su cónyuge Alcides Rivera Rodríguez, se personaron en la sede de la Dirección de Inmigración y Extranjería, para devolver todos sus papeles de salida del país, pues se quedaban en Cuba.
Dice un disidente del grupo que aflojó el paso, que él y los otros que actúan como él, están en un dilema. Puesto que se portaron bien, según los cánones exigidos por la Policía Política y estos uniformados como buenos discípulos del castrismo ahora incumplen la palabra empeñada con ellos, de dejarlos salir si procedían tranquilos por un tiempo predeterminado.
Todo esto es una tácita demostración, que con un adversario tan inescrupuloso como los funcionarios represivos que tratan de mantener en el poder político a la dictadura de los Castro, es preferible no arribar a acuerdo alguno. Pues para la mayoría de ellos lo importante, no es tener una actitud honorable, sino que lo esencial es vencer con el chantaje.
De un tiempo a esta parte, en la provincia de Villa Clara existen 27 oponentes no violentos, a los cuales se les niega la llamada popularmente Tarjeta Blanca. Esta tarjeta es oficialmente el Permiso de Salida Definitiva del Territorio Nacional o sea los ciudadanos cubanos son una especie de esclavos, en pleno siglo XXI.
Según informaciones de los propios oficiales operativos de la Seguridad del Estado, la decisión de a quien dejan salir o a quien retienen aquí, de un modo definitivo o temporal, no depende de las decisiones de ellos. Una instancia a nivel nacional determina esto, los represores la llaman con ambigüedad solo “El Alto Mando”.
Incluso, determinados disidentes cuando han abordado esta temática con los uniformados que directamente los reprimen día a día, han recibido la respuesta intrigante, que las salidas de los anticastristas las disponen, el mismísimo Comité Central del Partido Comunista de Cuba.
Todo esto ha acarreado una nueva actitud de los que abiertamente se oponen al régimen comunista nacional, la misma consiste en dos variables fundamentalmente. La primera de ellas es que los prodemocratas se resignan a continuar en la oposición, a pesar que ya no puedan salir del país, como era su anhelado sueño.
A este grupo, que por cierto es mayoritario entre los chantajeados, algunos observadores de la realidad socio-política actual los denominan: “Los que aprietan el paso”. Por lo general, no aceptan coacción para huir de su tierra y comprenden que tendrán que vivir entre sobresaltos de ir una y otra vez a prisión.
Un segundo conjunto de oponentes al totalitarismo acepta de mala gana las nuevas reglas y se alejan de las actividades anticastristas, ellos son los conceptualizados como: “Los que aflojan el paso”. Entre estos aparecen indefectiblemente aquellos que para acelerar su salida del archipiélago, se transforman en despreciables “Agentes Chantajeados”.
Sin embargo, las circunstancias internas del mismo poder totalitario han hecho que de un tiempo a esta parte, no reciban ni la Tarjeta Blanca los que aflojaron el paso. Cuando los represores de oficio son cuestionados por los opositores, sus respuestas denotan una marcada perplejidad, pues ellos solo saben decir que son órdenes superiores.
La realidad objetiva es que a pesar del desangramiento sistemático, que significan las constantes salidas hacia la diáspora de opositores a los hermanos Fidel y Raúl Castro Ruz, esta misma oposición crece y se multiplica por día. Porque la ciudadanía percibe esta actividad como una de las tantas maneras de escapar de esta isla-prisión.
Existe un anecdotario de la oposición pacífica villaclareña, como el paso que dio la presidenta de la Coalición Central Opositora (CCO), la señora Idania Yánez Contreras. Ella junto a su cónyuge Alcides Rivera Rodríguez, se personaron en la sede de la Dirección de Inmigración y Extranjería, para devolver todos sus papeles de salida del país, pues se quedaban en Cuba.
Dice un disidente del grupo que aflojó el paso, que él y los otros que actúan como él, están en un dilema. Puesto que se portaron bien, según los cánones exigidos por la Policía Política y estos uniformados como buenos discípulos del castrismo ahora incumplen la palabra empeñada con ellos, de dejarlos salir si procedían tranquilos por un tiempo predeterminado.
Todo esto es una tácita demostración, que con un adversario tan inescrupuloso como los funcionarios represivos que tratan de mantener en el poder político a la dictadura de los Castro, es preferible no arribar a acuerdo alguno. Pues para la mayoría de ellos lo importante, no es tener una actitud honorable, sino que lo esencial es vencer con el chantaje.
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