jueves, 5 de noviembre de 2009

FRANK DELGADO EN SANTA CLARA, Feliberto Pérez Del Sol.


Sakenaff, Santa Clara, Villa Clara, 22 de octubre del 2009 (FDC). Previo al Día de la Cultura Cubana, celebrado el 20 de octubre pasado, se realizó en Santa Clara, un concierto, donde ritmos nacionales y foráneos fueron magistralmente expuestos. La oferta, vino de manos de ese elevo cantautor surgido, en la segunda mitad de los años 70, que responde al nombre de Frank Delgado.

El Teatro “La Caridad”, fue el espacio esta vez reservado para una función, que desde el primer instante todos vaticinaron como demasiado pequeño. Quedó esto confirmado cuando apenas transcurridos escasos minutos de comenzada la venta de entradas, brotó en las ventanillas del recinto el vocablo soñado de todo artista: “Agotadas”.

La gala no pudo tener mejor comienzo que el tema “Los Almas Contra Tropas Especiales”, un rock and roll acelerado de firme base rítmica. Dicho texto narró un suceso ocurrido en 1981, cuando la banda “Almas Vertiginosas” ofrecía un recital en el Círculo Social Obrero “Patria o Muerte” de La Habana y el mismo fue interrumpido por las mencionadas tropas castrenses.

Siguió otro número titulado “Pata Sucia”, donde la fusión se hizo presente y los allí reunidos se maravillaron de lo bien lograda de la misma. El guaguancó más autentico floreció de manera rimbombante dentro de una mezcla de guitarra, bajo y batería, para dar paso a un híbrido denominado por algunos entendidos, como “rock a son”.

“Siempre Aparece una Pistola”, fue de esas canciones complicadas para el público, pero aun así varios la corearon. Unas palabras del trovador bastaron para devolver el ánimo, si es que este amainó un instante: “… estas canciones van a salir en un próximo disco que se llamará Ustedes los Trovadores no Saben Nada de la Vida y será de dos formatos o un disco doble”.

En “Ya Matamoros no Vira pa´ Atrás”, el juglar hace toda una ponderación a esa legión de inmigrantes nacionales que pululan en la capital del país y que fueron tildados por las autoridades de indisciplinados sociales. El artista quien confesó ser de Pinar del Río, declaró que no los considera así y puso como ejemplo a los dúos “Pos Trova” y “Buena Fe”.

Mención aparte ha de hacerse respecto al elenco que acompaño a Frank, a pesar de la juventud de todos, ello no fue obstáculo para la variedad musical ejecutada. Baste decir que los mismos fueron con relativa facilidad de formato banda de rock a sexteto de son, además incursionaron en el blues y en el tema afro de manera idéntica.

Cuando el cantor preguntó ¿Cuál canción querían oír?, la multitud se deshizo en ejemplos de nuevos y viejos éxitos, no obstante, “La Isla” resultó la escogida por este. Casi todos acompañaron, en un coro gigante, con el estribillo más radical de la lluviosa noche: “yo no veo mesa redonda, ni aunque pongan periodistas que tengan más buena onda”.

Continuó el desfile de tonadas, que desde el primer acorde, el medio millar de asistentes las identifico y entonó. Unas tras otras aparecieron “Cuando se Vaya la Luz mi Negra”, un cadencioso sonido de New Orleáns y “Yuneisy”, una típica canción trovadoresca donde dos infantes se prometen: “por defenderte di el paso al frente, cuando sea grande seré dirigente”.

Elogios en demasía recibió la pieza “Veterano”, una desgarradora experiencia vivida por el autor y miles de cubanos, durante la guerra de Angola. Dice la misma:..“ Angola, Angola mi madre en realidad se quedo sola, buscándome en un mapa rotulado en portugués, mi novia procuro calor humano, mi perro un nuevo amo y puede que algún día me llamen veterano, de Angola”.

Y continua: “conozco la cofradía de los valientes, los que en el fragor avanzan siempre hacia el frente, los que esconden sus hazañas tras la modestia, a otros que se apuntaron más de la cuenta, algunos que con la guerra se enriquecieron, también amigos que no volvieron, pero lo que vió mí gente en esa batalla, perdonen el adjetivo pero no cabe en la calamina de una medalla”.

Temática tan en boga como la económica, cerró la jornada y nada mejor que la exquisita rumba “Carnavales”. El cantautor a través de su obra hizo sabias observaciones: “...el precio real del dólar, ya se puede calcular, ya existen casas de cambio, en mi Cuba tropical, cuenten los pesos que aquí les damos, uno dos y tres, cuatro cinco y seis y a los veinticinco ya saben lo que es”.

Como pudo verse, varias y en breve tiempo, fueron las problemáticas abordadas en el vetusto coliseo. Si los intérpretes cubanos, salvo excepciones, no practicaran tanto la adulonería gubernamental y actuaran como Frank Delgado, el recordatorio a “Perucho” Figueredo, por componer el Himno Nacional, aquel 20 de octubre de 1868, sería verdadero.

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