jueves, 19 de noviembre de 2009

EL VIENTO SE LO LLEVÓ, Félix Reyes Gutiérrez.

Ranchuelo, Villa Clara, 22 de octubre del 2009 (FDC). El desalojo de viviendas es uno de los métodos más crueles que emplea el estado cubano contra su población. Van dirigido versus personas que desesperadamente construyen casas en terrenos estatales, sin autorización alguna u ocupan una morada abandonada, porque no les queda otra alternativa.

Hace ocho meses, Yeny Mena Gómez, en compañía de sus cuatros vástagos, Luís Gabriel, Liz Datane, Laura Mayelín y Lety Miyelán Naranjo Mena se introdujeron en el domicilio situado en la calle 3ra # 305, entre 14 y 16, del Reparto Camacho, en Santa Clara. Ex - propiedad de personas que emigraron del país, el 30 de enero del presente año.

Mena Gómez y sus hijos, de 11,10, 5 y 1 año de edad, vivieron más de una decena de años, distante a dos kilómetros de la casa que actualmente habitan. En el hogar que se localiza en Callejón de Guamajal, Kilómetro-1, # 140 (interior), declarado inhabitable por la Dirección Provincial de Vivienda en Villa Clara.

El mismo está compuesto por una sola habitación de tres metros y medio de largo por tres de ancho. Sus paredes son de madera y el piso de cemento y tierra, ambos en muy mal estado. El techo es de latón y se filtra a chorros, cuando ocurren precipitaciones. Carece de baño y agua potable.

Dada las dificultades que atravesaba la familia, Yeny acudió en disímiles ocasiones a las autoridades de vivienda municipal y provincial en la región villaclareña. Organismos donde solicitó materiales para someter el hogar a una reparación capital o que se le entregara una nueva casa con las mínimas condiciones requeridas de habitad.

La negativa ante sus reclamos a los directivos de vivienda en el territorio, motivó que la afectada elevara sus quejas al Consejo de Estado, Asamblea Nacional del Poder Popular, Provincial y Municipal, así como al Partido Comunista de Cuba, a las citadas instancias. Pero el esfuerzo fue infructuoso, porque las respuestas quedaron sin lugar.

Tras un quinquenio de espera, la joven de 30 años ocupó junto a sus chicos, el domicilio de la mencionada barrida. Lo que originó que la sancionaran a seis meses de privación de libertad, con remisión condicional a un año, por el delito de Usurpación. La vista se efectuó, el 23 de junio del 2009, en la sede del Tribunal Municipal de la ciudad de Marta Abreu.

A partir de entonces los directivos de la provincia, dieron plazo hasta el 28 de septiembre del 2009, para que los infractores abandonaran la casa. Además le informaron a Mena Gómez, que a pesar de ser el único sostén económico de la familia, si ofrecía resistencia sería apresada e internarían a los infantes en un hogar para desamparados.

En horas de la mañana, del día 13 de octubre, se produjo lo indeseado para los moradores. El investigador de la Dirección de la Vivienda en la municipalidad Denys Pérez y la señora nombrada Beatriz, funcionaria del mencionado organismo, arribaron a la casa del reparto Camacho.

Allí les comunicaron a los habitantes que debían abandonar el domicilio. Acto seguido pasaron a su interior y en presencia de varios vecinos que se indignaron, trasladaron las pertenencias hasta la parte exterior del inmueble. Luego las lanzaron sobre la pieza trasera de un camión marca KAMAZ de procedencia soviética.

Minutos después le entregaron la llave a los nuevos inquilinos, compuesto por cinco personas, entre ellas cuatro mayores de edad, quienes con anterioridad convivían en una casa de mampostería ubicada frente al lugar de los hechos. Mientras los desalojados se resguardaron en dos cuartos pequeños que prestó temporalmente una amistad.

Ante lo ocurrido, Mena Gómez expresó entristecida: “En estos momentos lo que más me preocupa es la salud de mis hijos, porque dos de ellos padecen de la piel y no pueden exponerse al sol. Esto parece el infierno, al gobierno de las promulgadas “justicias” y que dice amar a los niños… el viento se lo llevó”.

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