El Condado, Santa Clara, Villa Clara. 29 de octubre del 2009 (FDC). Concluyó en Cochabamba, Bolivia, la VII Cumbre de los países integrantes de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA). En el marco de este conclave se efectúo en forma paralela, el encuentro de los movimientos sociales de Latinoamérica y el mundo. Grupos estos formados en su mayoría por la extrema izquierda.
Por el tono de los discursos oficiales se reflejó el deseo explicito, de continuar con la política antinorteaméricana, que caracteriza a este bloque. Los representantes más visibles son Hugo Chávez, Evo Morales, Rafael Correa y Daniel Ortega, con Fidel Castro siempre omnipresente. Estos buscan la unidad del continente para crear un frente común contra los países ricos
En sus alucinaciones sociopolíticas, señalan a un enemigo inexistente y acusan al gobierno de los Estados Unidos de América de estar detrás de los sucesos ocurridos en Honduras. El presidente de Venezuela Hugo Rafael Chávez Frías planteó: “… lo acaecido en ese país centroamericano es un golpe contra el ALBA”.
El mundo entero conoció de la decisión del Poder Judicial de sustituir a Manuel Zelaya Rosales, como presidente de la República de Honduras, por violaciones fragantes de la Constitución. La Organización de Estados Americanos (OEA), el gobierno de Estados Unidos y la Unión Europea, decidieron no reconocer al nuevo equipo gobernante.
También personalmente, el presidente de la nación norteamericana de visita en Moscú, Barack Obama, manifestó su rechazo a la acción. De igual forma lo hizo la Secretaria de Estado Hillary Clinton, quien además impulsa la mediación que realiza el presidente de Costa Rica, Oscar Arias, con las partes implicadas.
Desde los primeros momentos, Chávez inició una ofensiva verbal contra el régimen de Roberto Michelletti. Venezuela, Cuba, Nicaragua y Bolivia han exigido a la administración estadounidense, que endurezca las medidas contra el nuevo estado ¿Qué pretenden ellos que hagan los vecinos del norte, si las vías diplomáticas no se han agotados?
Los cubanos vieron con indiferencia el desarrollo y las conclusiones de la Cumbre del ALBA, pues el pesimismo los envuelve. Cada paso demuestra, que el populismo izquierdista pretende sustituir en esta región, el papel desempeñado por la extinta Unión de Repúblicas Socialista Soviéticas y los países ex - socialistas de Europa del Este.
Se evidencia la manipulación que se hace de las informaciones por parte de la prensa oficial cubana. El cúmulo de contradicciones es enorme, las imágenes de Tele Sur, repiten escenas de los primeros días, cuando la confusión era general, ya que las protestas organizadas, según se afirma, pagadas desde el exterior… han disminuido.
Hay un fuerte sentimiento arraigado entre los cubanos contra los que violan el Estado de Derecho y las libertades públicas. Los atentados a la legalidad democrática han sido los antecentes, que precedieron la destrucción de la sociedad civil y el establecimiento de los regimenes totalitarios, como ocurrió en Cuba.
Inviolabilidad de las sedes diplomáticas, respeto al derecho de asilo, pregonan los mandatarios del ALBA. Les preocupa la seguridad del ex - presidente Zelaya, pero pretenden ignorar, que este viola constantemente ese status. Cuando utiliza este recinto, para llamar a la violencia e incitar a las huelgas y manifestaciones callejeras.
Cuantos luchadores por la libertad se vieron impedidos en la Patria de Martí, de gozar del derecho de asilo. Se cuentan por miles los hijos de ésta tierra, que se les negó la entrada a una embajada o fueron sacados por la fuerza de la misma, ante la perplejidad y asombro de un mundo indiferente. No hace mucho tiempo ocurrió en la legación de México.
¿De que respeto hablan? Se preguntan los habitantes de éste archipiélago, que llevan 50 años bajos las botas de una cruel tiranía. Esa palabra en Cuba no tiene significado. Pese a las amenazas del ALBA, el gobierno de Roberto Micheletti espera confiado el veredicto del pueblo en las urnas, el próximo 29 de noviembre del 2009.
Por el tono de los discursos oficiales se reflejó el deseo explicito, de continuar con la política antinorteaméricana, que caracteriza a este bloque. Los representantes más visibles son Hugo Chávez, Evo Morales, Rafael Correa y Daniel Ortega, con Fidel Castro siempre omnipresente. Estos buscan la unidad del continente para crear un frente común contra los países ricos
En sus alucinaciones sociopolíticas, señalan a un enemigo inexistente y acusan al gobierno de los Estados Unidos de América de estar detrás de los sucesos ocurridos en Honduras. El presidente de Venezuela Hugo Rafael Chávez Frías planteó: “… lo acaecido en ese país centroamericano es un golpe contra el ALBA”.
El mundo entero conoció de la decisión del Poder Judicial de sustituir a Manuel Zelaya Rosales, como presidente de la República de Honduras, por violaciones fragantes de la Constitución. La Organización de Estados Americanos (OEA), el gobierno de Estados Unidos y la Unión Europea, decidieron no reconocer al nuevo equipo gobernante.
También personalmente, el presidente de la nación norteamericana de visita en Moscú, Barack Obama, manifestó su rechazo a la acción. De igual forma lo hizo la Secretaria de Estado Hillary Clinton, quien además impulsa la mediación que realiza el presidente de Costa Rica, Oscar Arias, con las partes implicadas.
Desde los primeros momentos, Chávez inició una ofensiva verbal contra el régimen de Roberto Michelletti. Venezuela, Cuba, Nicaragua y Bolivia han exigido a la administración estadounidense, que endurezca las medidas contra el nuevo estado ¿Qué pretenden ellos que hagan los vecinos del norte, si las vías diplomáticas no se han agotados?
Los cubanos vieron con indiferencia el desarrollo y las conclusiones de la Cumbre del ALBA, pues el pesimismo los envuelve. Cada paso demuestra, que el populismo izquierdista pretende sustituir en esta región, el papel desempeñado por la extinta Unión de Repúblicas Socialista Soviéticas y los países ex - socialistas de Europa del Este.
Se evidencia la manipulación que se hace de las informaciones por parte de la prensa oficial cubana. El cúmulo de contradicciones es enorme, las imágenes de Tele Sur, repiten escenas de los primeros días, cuando la confusión era general, ya que las protestas organizadas, según se afirma, pagadas desde el exterior… han disminuido.
Hay un fuerte sentimiento arraigado entre los cubanos contra los que violan el Estado de Derecho y las libertades públicas. Los atentados a la legalidad democrática han sido los antecentes, que precedieron la destrucción de la sociedad civil y el establecimiento de los regimenes totalitarios, como ocurrió en Cuba.
Inviolabilidad de las sedes diplomáticas, respeto al derecho de asilo, pregonan los mandatarios del ALBA. Les preocupa la seguridad del ex - presidente Zelaya, pero pretenden ignorar, que este viola constantemente ese status. Cuando utiliza este recinto, para llamar a la violencia e incitar a las huelgas y manifestaciones callejeras.
Cuantos luchadores por la libertad se vieron impedidos en la Patria de Martí, de gozar del derecho de asilo. Se cuentan por miles los hijos de ésta tierra, que se les negó la entrada a una embajada o fueron sacados por la fuerza de la misma, ante la perplejidad y asombro de un mundo indiferente. No hace mucho tiempo ocurrió en la legación de México.
¿De que respeto hablan? Se preguntan los habitantes de éste archipiélago, que llevan 50 años bajos las botas de una cruel tiranía. Esa palabra en Cuba no tiene significado. Pese a las amenazas del ALBA, el gobierno de Roberto Micheletti espera confiado el veredicto del pueblo en las urnas, el próximo 29 de noviembre del 2009.
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