LA GUERRA ENTRE MIKY Y REPA, Guillermo Fariñas Hernández.

La Chirusa, Santa Clara, Villa Clara, 15 de octubre del 2009 (FDC). En la engañosamente apacible ciudad de Santa Clara se produce una guerra entre dos facciones de jóvenes. Esto ha desatado una ola de violencia que preocupa a toda la ciudadanía en general y a las autoridades nacionales, provinciales y municipales en particular.

La dirigencia comunista sentada en la prepotencia que les otorga el poder totalitario, todavía cree que la agresividad se solucionará con Brigadas Especiales de la Policía Nacional Revolucionaria. E incluso valoran que con la instalación de sofisticadas cámaras de vigilancias salvarán a Santa Clara de la ofuscación.

Esta belicosidad la trae las contrapuestas cosmovisiones de ambos bandos en litigio, quienes por esencia son mutuamente excluyentes. Por una parte tenemos a aquellos denominados popularmente como Los Miky, mientras que por la otra están unos adolescentes que se autotitulan Los Repa.

Los Miky son unos jóvenes, por lo general de raza blanca, que aspiran a vivir fuera de su país, en la mayoría de los casos en los Estados Unidos de América, aunque existe una tendencia a emigrar a Europa. El mayor por ciento de Los Repa es de epidermis oscura y a su vez, anhelan a vivir la “American way of life”.

Son Los Miky quienes usan únicamente ropas de marca como Versache, Cristian Dior o Kelvin Klein y en sus muñecas se colocan costosos relojes manufacturados de pulsera, como los Viceroy o Rolex. Mientras Los Repas se visten con cualquiera ropa fabricada en el extranjero y por lo general llevan entre su mano y brazo los “baratos” cronómetros de la marca Orient o Seiko.

Estos cubanos de corta edad, si tienen acceso a un teléfono móvil, sin pensarlo dos veces lo compran de la marca Black Berry o Nokia y de no ser así, entonces será Sony-Ericsson. Sin embargo, sus contrapartes no son tan exigentes y pueden ostentar desde un celular facturado como LG hasta otro de una desconocida marca china.

Aquellos designados cuales Repas cuando acuden a los cabaret de la ciudad capital de la provincia Villa Clara, van a “El Venecia”, “El Sabor”, “8-A” y “El Machetazo”. Sus contrarios se llegan a bailar y beber al “Cari Show”, “Los Caneyes”, “La Granjita” o la por ahora cerrada discoteca “El Sótano”.

Mientras un Miky debe saber hablar algunas palabras en ingles e italiano, para demostrar que tiene una perspectiva amplia y cosmopolita de la vida terrenal. Sus encontrados adversarios Los Repa son dueños de un léxico muy marginal, que los hace caer en situaciones ridículas, cuando no están dentro de su contexto social de marginalidad.

Si por una casualidad Los Miky son fumadores, estos solo consumen las marcas de cigarrillos Camel, Hollywood, H. Upmann o Marlboro. Mientras sus encontrados Repas se conforman con los facturados como Criollos, Populares, Titanes y hasta los fabricados en locales clandestinos, llamados popularmente “Tupamaros”.

Aparentemente los integrantes de cada parte en litigio quieren emigrar del paraíso castrista, pero también aquí los separan sus objetivos en dicha expatriación. Pues, mientras Los Miky ansían transformarse en prósperos empresarios o involucrarse en la popular, controvertida y dinámica farándula foránea.

Sus inversos, los llamados Repa sueñan, que al arribar a la tierra yanqui y allí pasar a ser parte de los numerosos carteles de la droga, que pululan en esos lugares. Existen algunos que son grandes soñadores, que entre sus deseos más íntimos están los de llegar a ser altos capos en estas organizaciones mafiosas.

Un Miky es ante todo un perfeccionista y utiliza lo mejor que se vende en el mercado internacional, debido a que tiene una punto de vista hedonista de la vida. Precisamente por eso es que desprecia a Los Repa, ya que estos son el símbolo de la tosquedad y la imperfección. Los Repa solo saben responder a este desprecio con agresiones físicas, algunas veces mortales.

Todo parece indicar que los censores ideológicos de los grupos musicales, como el reconocido y popular “Gente de Zona”, no le han dado importancia al estribillo de la canción titulada “La Galleta”, el que se oye así: “Dicen que ella es Miky. Dicen que ella es Repa.Y si tú le coges miedo, agáchate que viene la galleta”.

Este litigio entre las dos segmentos sociales en que se encuentra atomizada la juventud de la ciudad de Marta Abreu, sirve como trasfondo a la violencia que aterroriza a los habitantes de este central territorio. El Partido Comunista de Cuba debe instar a sus equipos multidisciplinarios, a investigar las frustraciones que acarrea esta guerra entre Miky y Repa.