El Cuncuní, Santa Clara, Villa Clara, 22 de octubre del 2009 (FDC). El deporte como manifestación social ha disminuido su eficacia en Cuba, en los últimos años. No son pocos quienes consideran que las instalaciones atléticas nacionales están caducadas o no existen.
Desde las Olimpiadas en Atenas 2004, se ha observado la decadencia de un modo paulatino de la hegemonía dentro del llamado Tercer Mundo. La isla del mar Caribe ha cedido espacio al gigante Brasil, nación que posee 192 millones de habitantes y también a la pequeña Jamaica con solo 3 millones de ciudadanos.
Hubo momentos en que el deporte cubano estuvo en la élite mundial. Para ello solo bastaba con tener Escuelas de Iniciación Deportiva (EIDE), Escuelas de Perfeccionamiento Atlético (ESPA) y Concentrados Deportivos de Alto Rendimiento como el “Cerro Pelado” y “La Finca del Wajay”, esta última para el boxeo.
Cualquier especialista en deportes si pudiera entrar a estos lugares, comprenderá de inmediato, que los mismos están obsoletos respecto a sus homólogos en cualquier parte del planeta. Ellos tuvieron equipamiento técnico adecuado, hasta finales de los años 80 y mitad del los 90, del pasado siglo XX.
Se pondrían como ejemplos, la falta o rotura de instrumental de fuerza para que los practicantes de atletismo del área de lanzamientos se entrenen. Una deficiencia que es de tal envergadura, que hasta el propio oficialista Noticiero Nacional de Televisión se vio en obligación de hacerla pública.
Que decir de la falta de botes y hasta de agua en la presa “La Coronela”, sitio donde radica la base principal de entrenamientos de los deportes náuticos con remos. Preparadores de esta especialidad creen que es un milagro, que hasta hace pocos años, Cuba mantuviera algunos competidores en la cima mundial.
Muchos compatriotas se preguntan: ¿Cómo desarrollar un deporte como la natación que aporta tantas medallas en cualquier evento internacional? Si aquí en este país no se construyen piscinas y las pocas que aun existen de milagro, están inhabilitadas por falta de mantenimiento constructivo.
Algunos se quejan y no sin razón de la carencia de velocistas en las distancias cortas del atletismo. Pero estos mismos descontentos se han preguntado: ¿Cuantas pistas de ese deporte con su correspondiente material sintético se edifican por cada municipio?
Los mismísimos narradores deportivos castristas, como el fallecido Eddy Martín y Héctor Rodríguez, cada cierto tiempo tocaban mientras comentaban juegos de béisbol de la falta de un Centro Nacional de Entrenamiento para el deporte nacional. Que a pesar de los lauros otrora alcanzados, nunca se construyó y ahora menos.
Desde la celebración de los Juegos Panamericanos de 1991, en La Habana, en Cuba no se levantan instalaciones deportivas de real envergadura. Este déficit en la superestructura para la práctica deportes disminuye los resultados deportivos de los representantes cubanos, por la despreocupación de las autoridades políticas comunistas.
Desde las Olimpiadas en Atenas 2004, se ha observado la decadencia de un modo paulatino de la hegemonía dentro del llamado Tercer Mundo. La isla del mar Caribe ha cedido espacio al gigante Brasil, nación que posee 192 millones de habitantes y también a la pequeña Jamaica con solo 3 millones de ciudadanos.
Hubo momentos en que el deporte cubano estuvo en la élite mundial. Para ello solo bastaba con tener Escuelas de Iniciación Deportiva (EIDE), Escuelas de Perfeccionamiento Atlético (ESPA) y Concentrados Deportivos de Alto Rendimiento como el “Cerro Pelado” y “La Finca del Wajay”, esta última para el boxeo.
Cualquier especialista en deportes si pudiera entrar a estos lugares, comprenderá de inmediato, que los mismos están obsoletos respecto a sus homólogos en cualquier parte del planeta. Ellos tuvieron equipamiento técnico adecuado, hasta finales de los años 80 y mitad del los 90, del pasado siglo XX.
Se pondrían como ejemplos, la falta o rotura de instrumental de fuerza para que los practicantes de atletismo del área de lanzamientos se entrenen. Una deficiencia que es de tal envergadura, que hasta el propio oficialista Noticiero Nacional de Televisión se vio en obligación de hacerla pública.
Que decir de la falta de botes y hasta de agua en la presa “La Coronela”, sitio donde radica la base principal de entrenamientos de los deportes náuticos con remos. Preparadores de esta especialidad creen que es un milagro, que hasta hace pocos años, Cuba mantuviera algunos competidores en la cima mundial.
Muchos compatriotas se preguntan: ¿Cómo desarrollar un deporte como la natación que aporta tantas medallas en cualquier evento internacional? Si aquí en este país no se construyen piscinas y las pocas que aun existen de milagro, están inhabilitadas por falta de mantenimiento constructivo.
Algunos se quejan y no sin razón de la carencia de velocistas en las distancias cortas del atletismo. Pero estos mismos descontentos se han preguntado: ¿Cuantas pistas de ese deporte con su correspondiente material sintético se edifican por cada municipio?
Los mismísimos narradores deportivos castristas, como el fallecido Eddy Martín y Héctor Rodríguez, cada cierto tiempo tocaban mientras comentaban juegos de béisbol de la falta de un Centro Nacional de Entrenamiento para el deporte nacional. Que a pesar de los lauros otrora alcanzados, nunca se construyó y ahora menos.
Desde la celebración de los Juegos Panamericanos de 1991, en La Habana, en Cuba no se levantan instalaciones deportivas de real envergadura. Este déficit en la superestructura para la práctica deportes disminuye los resultados deportivos de los representantes cubanos, por la despreocupación de las autoridades políticas comunistas.
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