jueves, 29 de octubre de 2009

¡POLÍTICOS A RECICLARSE!, Guillermo Fariñas Hernández.

La Chirusa, Santa Clara, Villa Clara, 1ro de octubre del 2009 (FDC). Ciudadanos cubanos y analistas extranjeros han caído en una equivocación, en la amalgama de defenestraciones a los dirigentes castro-fidelistas. Esta fueron las sustituciones de los primeros secretarios del Partido Comunista de Cuba (PCC) en las provincias de Matanzas y Ciudad Habana.

En publicación del periódico Granma, los cubanos supieron el relevo de los miembros del Comité Central del PCC Pedro Betancourt García y Pedro Sáez Montejo, este último es miembro del Buró Político. En las notas de prensa no se les asignó cargos específicos alguno y si se aclaró, que Sáez Montejo pasaría por la Escuela Superior de Guerra.

Debido a lo críptico del sistema político nacional, no fueron pocos los desinformados que vieron estas sustituciones igual a la de los echados Carlos Lage Dávila, Felipe Pérez Roque y Fernando Remírez de Estenoz. Para el cubano de a pie hoy, cuando alguien es sustituido y no recibe al momento nuevos cargos, entonces cayó en desgracia.

Quienes cometen este error de apreciación son nacionales u observadores foráneos, que nada saben de la trayectoria de los ahora aparentemente sacados. Pero su mayor desliz es no poder deslindar dentro de la nomenclatura en el poder, entre aquellos dirigentes que son castro-fidelistas y los castro-raulistas.

Al asumir el cargo más alto en el estado comunista Raúl Castro Ruz, ha colocado de un modo sistemático a sus oficiales en activo dentro del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (MINFAR). Aunque también ha echado mano a dirigentes que pasaron en su momento por el MINFAR y estaban en entidades civiles.

Lo esencial en este momento histórico en que se cambia a la dirigencia, es haber sido compañero del II Frente “Frank País” en las montañas orientales, como el vicepresidente primero José Ramón Machado Ventura. Aquí en este círculo de veteranos están José Ramón Balaguer Cabrera, Julio Casas Regueiro y Antonio Enrique Lusson Batlle.

Si se está en la generación intermedia, la que no alcanzó las luchas de Sierra Maestra y si las incursiones internacionalistas en África, Asia o América Latina como miembros del MINFAR. Como es el caso de Homero Acosta Pérez, Miguel Díaz-Canel Bermúdez y Víctor Gaute Hernández.

Precisamente, a este último grupo de dirigentes castristas pertenecen Pedro Betancourt y Pedro Sáez. Ambos fueron oficiales políticos del MINFAR, dedicados a vigilar la pureza ideológica y la fidelidad al proceso social de las tropas, un organismo fundado y dirigido por el general de ejército Raúl Castro Ruz, hasta hace poco.

En el caso de Betancourt García llegó a ser el Jefe de la Sección Política de la Gran Unidad de Tanques 1410, la segunda más potente en toda Cuba. Por su parte, Sáez Montejo ejerció como Jefe de la Sección Política Nacional Unión de Jóvenes Comunistas-Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.

Ambos cumplieron varias misiones internacionalistas como comisarios políticos de las tropas y fueron evaluados de satisfactoriamente. Pedro Sáez desempeñó la responsabilidad de ser el enviado del Comandante en Jefe a la decisiva Batalla de Cuito Cuanavale, que determinó el principio del fin, de 16 años guerra cubana en Angola.

Algunos entendidos consideran que a pesar de ocupar altos cargos en el aparato político castrista, estos dos hombres de confianza del presidente Raúl no han tenido tiempo de prepararse para menesteres como estadistas. Ahora reposadamente podrán conocer de alta diplomacia, idiomas y cultivarse culturalmente.

Tras un periodo prudencial de superación estos dos confiables castro-raulistas regresaran pronto, a altos cargos asignados por el equipo de trabajo del nuevo presidente cubano. Debido a los planes que hay con ellos considerados leales, los territorios de Matanzas y Ciudad Habana les quedan chiquitos, pues el lema con ellos ahora es: ¡Políticos a reciclarse!




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