La Chirusa, Santa Clara, Villa Clara, 19 de noviembre del 2009 (FDC). Una noticia publicada en el semanario provincial “Vanguardia” sobrecoge por la falta de humanismo. En su número del 14 de noviembre del 2009, apareció una nota bajo el titulo: “Toman medidas con deudores de equipos electrodomésticos”.
Firmada por la colega Idalia Vázquez Zerquera, se puede leer: “A los trabajadores que todavía no han efectuado los tramites correspondientes para el pago de los equipos electrodomésticos, a través del Banco o centro laboral, se les embargará hasta el 50 % del salario que devengan mensualmente”.
Detrás de esta afirmación se esconde una tragedia social sin precedentes para los cubanos, que laboran con el estado socialista. Aquí se puede apreciar sin maquillaje de ningún tipo, la suprema crueldad del sistema socialista nacional.
Pues si, con el 100 % de lo normalmente devengado, son muy pocos los que pueden costearse comida, ropa, calzado, electricidad y agua. Los cubanos y cubanas tienen que transformarse en verdaderos magos, para mantenerse en sus puestos de trabajo, sitio de donde sacan el complemento necesario, mediante el robo al estado.
Esto es reconocido hasta por los propios dirigentes de la denominada Revolución Cubana, que el sueldo en moneda nacional es totalmente insuficiente para sustentar las necesidades de una familia cubana. Fidel Castro personalmente ha aceptado, que nadie en la isla puede sobrevivir con unos haberes estatales.
Refiere la noticia, que: “….Daniel Abreu Monteagudo, director de la Oficina Nacional de la Administración Tributaria (ONAT), en Santa Clara, informó que antes de proceder a la aplicación de esta medida, en un término de dos días las entidades estatales entregaran a la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) y al gobierno un listado de los trabajadores morosos”.
Lo interesante de esta parte de la información, es que la CTC como el conjunto de sindicatos a los que pertenecen esos mismos trabajadores, se supone que sean la contraparte de los funcionarios del estado y deban defender a sus afiliados en dichas circunstancias. Algo que se cumple nada más teóricamente.
Es una tácita confesión de la journalista y el estado socialista, que los líderes sindicales a cualquier nivel, nada más sirven para fiscalizar a los obreros a favor de los empresarios. Se conoce que cualquier dirigente gremial, que apoye a sus electores, en detrimento del estado empleador…… tiene sus días contados en el cargo.
Si la mitad de los paupérrimos jornales les son embargados a estos asalariados, su ya grave situación económica en el seno de la sociedad del archipiélago, se acentuará para peor. Lo que ejemplificará el alto grado de indiferencia hacia los padecimientos de los necesitados, por parte de aquellos que trazan las políticas sociales en la nomenclatura política castrista.
Ellos, los ahora perjudicados bajo ningún concepto pidieron a nadie, que les cambiasen sus artesanales equipos de cocción. Esta fue una de las tantas “brillantes” ideas, del hoy convaleciente Comandante en Jefe Fidel Castro y no contó con los supuestos “beneficiados”, para venderles y sustituirles sus antiguos medios de cocina.
Además, el canje se hizo bajo una sutil coacción a los ciudadanos y núcleos familiares, puesto que las cuotas de los combustibles tradicionales hasta ese momento, fueron drásticamente rebajadas por el estado. Y los usuarios de fogones que utilizaban diesel, kerosén o gas licuado se vieron obligados a comprar el equipamiento, que usa el fluido eléctrico.
A nadie que no sea de los perjudicados, se le arruga el corazón o el alma, con esta nota impresa en el periódico de la provincia Villa Clara. Lo que da una noción de la mezcla de desidia e insidia ante los problemas de sus semejantes, por parte de muchos, porque se deduce que a los compatriotas más pobres la publicitada Revolución Energética, ahora les pasa la cuenta.
Firmada por la colega Idalia Vázquez Zerquera, se puede leer: “A los trabajadores que todavía no han efectuado los tramites correspondientes para el pago de los equipos electrodomésticos, a través del Banco o centro laboral, se les embargará hasta el 50 % del salario que devengan mensualmente”.
Detrás de esta afirmación se esconde una tragedia social sin precedentes para los cubanos, que laboran con el estado socialista. Aquí se puede apreciar sin maquillaje de ningún tipo, la suprema crueldad del sistema socialista nacional.
Pues si, con el 100 % de lo normalmente devengado, son muy pocos los que pueden costearse comida, ropa, calzado, electricidad y agua. Los cubanos y cubanas tienen que transformarse en verdaderos magos, para mantenerse en sus puestos de trabajo, sitio de donde sacan el complemento necesario, mediante el robo al estado.
Esto es reconocido hasta por los propios dirigentes de la denominada Revolución Cubana, que el sueldo en moneda nacional es totalmente insuficiente para sustentar las necesidades de una familia cubana. Fidel Castro personalmente ha aceptado, que nadie en la isla puede sobrevivir con unos haberes estatales.
Refiere la noticia, que: “….Daniel Abreu Monteagudo, director de la Oficina Nacional de la Administración Tributaria (ONAT), en Santa Clara, informó que antes de proceder a la aplicación de esta medida, en un término de dos días las entidades estatales entregaran a la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) y al gobierno un listado de los trabajadores morosos”.
Lo interesante de esta parte de la información, es que la CTC como el conjunto de sindicatos a los que pertenecen esos mismos trabajadores, se supone que sean la contraparte de los funcionarios del estado y deban defender a sus afiliados en dichas circunstancias. Algo que se cumple nada más teóricamente.
Es una tácita confesión de la journalista y el estado socialista, que los líderes sindicales a cualquier nivel, nada más sirven para fiscalizar a los obreros a favor de los empresarios. Se conoce que cualquier dirigente gremial, que apoye a sus electores, en detrimento del estado empleador…… tiene sus días contados en el cargo.
Si la mitad de los paupérrimos jornales les son embargados a estos asalariados, su ya grave situación económica en el seno de la sociedad del archipiélago, se acentuará para peor. Lo que ejemplificará el alto grado de indiferencia hacia los padecimientos de los necesitados, por parte de aquellos que trazan las políticas sociales en la nomenclatura política castrista.
Ellos, los ahora perjudicados bajo ningún concepto pidieron a nadie, que les cambiasen sus artesanales equipos de cocción. Esta fue una de las tantas “brillantes” ideas, del hoy convaleciente Comandante en Jefe Fidel Castro y no contó con los supuestos “beneficiados”, para venderles y sustituirles sus antiguos medios de cocina.
Además, el canje se hizo bajo una sutil coacción a los ciudadanos y núcleos familiares, puesto que las cuotas de los combustibles tradicionales hasta ese momento, fueron drásticamente rebajadas por el estado. Y los usuarios de fogones que utilizaban diesel, kerosén o gas licuado se vieron obligados a comprar el equipamiento, que usa el fluido eléctrico.
A nadie que no sea de los perjudicados, se le arruga el corazón o el alma, con esta nota impresa en el periódico de la provincia Villa Clara. Lo que da una noción de la mezcla de desidia e insidia ante los problemas de sus semejantes, por parte de muchos, porque se deduce que a los compatriotas más pobres la publicitada Revolución Energética, ahora les pasa la cuenta.
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