jueves, 3 de diciembre de 2009

CRÓNICAS DE UN FESTIVAL DE ROCK II, Feliberto Pérez Del Sol.

Sakenaf, Santa Clara, Villa Clara, 12 de noviembre de 2009 (FDC). El tercer día de actividades se revelaba, por la cantidad y profesionalidad de las bandas que actuarían, como una fecha, de la cual mucho se hablaría. Profecía íntegramente acertada, pues, todas ellas dejaron impregnado, en los amantes del metal más extremo y melódico, su sello distintivo.

La primera banda en subir a la plataforma del “Sandino”, fue “SCYTHE”, creados hace más de una década, en el vecino municipio Placetas y cultores de un bestial “death metal”. Comenzaron con el tema “My Impure Hands”, donde ya se les observó su fuerza habitual, la que no perderían durante toda la presentación nocturna.

Criticados, por no usar batería y recurrir a una “secuenciada”, dejaron bien claro, que acuden al ordenador, como remedio a la difícil profesión y escasez de bateristas. Aun así, virtuosos se pudo ver al resto de los instrumentistas, mientras ejecutaron “Reborn of Blood”, el genial cover “No More Lies” y “Tribute to Crematory”.

Siguió una agrupación debut en Santa Clara, “Ancestor”, formados en la capital del país y llenos de “black metal”, ensangrentado y blasfemo. Su invasión por estos dominios fue muy ilustrativa, sobre todo las canciones, “Necrolost”, “Refuse to Renounce” y el clásico “Vlad the Impaler”, esta ultima incluida en el CD de producción independiente, “Hell Fuckin´ Metal”.

En “Opus Sadicum”, se observó de forma tajante, que estos habaneros, beben de las oscuras aguas luciferinas y por ende rechazan toda doctrina cristiana. Una legión de partidarios con ropaje negro les apoyó, sobre todo cuando aquellos entonaron “The Christian Hunt” y “Kill The Pope”, cerraron con el himno sangriento del grupo “Slayer”, “Raining Blood”.

Provincias como Cienfuegos, no se encuentran ya deslocalizadas del mapa metalero nacional, gracias, a la presencia de “Dana”, una ves más, en el “Ciudad Metal”. Los sureños demostraron con los temas, “My Mortal” y “Rebellion”, que, mientras se comente en Cuba, sobre “black metal”, “ghotic metal” o “doom metal”, con pasajes paganos, son de obligada referencia.

Aclamados, desde el primer texto, “Dana”, vino a cerrar el torrente de líricas, influenciadas, según entendidos, por las ideas del escritor Lavey, se les observó referencias de este sacerdote negro de la Iglesia de Satán. Sin embargo, la seducción mayor en los presentes, fue al finalizar, con una imperiosa versión de la agrupación “Amon Amarth”.

Las aguas de este “paraíso terrenal”, volverían a tomar un curso aparentemente normal, cuando el piquete de la ciudad de Marta, “Cry Out For”, se presentó de forma serena, con su “melody metal”, tipo “Children of Bodom” e inclinaciones al “power metal”. El respetable, se encargó de demostrarles, su más absoluto apoyo por el estilo practicado.

Iniciaron la descarga de melodías con la interpretación “Get the Guts to Face it”, donde el cantante Humberto, junto al resto de la banda, hicieron galas de sus excelentes condiciones musicales. Estas de igual forma florecieron en números como “Shoutin` High”, “Puertas del Miedo” y “Chase me Though”.

Continuó la cascada de éxitos, en tanto los congregados clamaban por las interpretaciones de sus preferencias. Algarabía total suscitó, el anuncio de “No Mientas a tu Corazón”, composición esta, en la cual el vocal solo se limitó a escuchar, pues los fieles fanáticos, hicieron la labor interpretativa de este, con mayor o menor resultado.

Una versión a la pieza “The Final Countdown” de los suecos “Europe”, provocó el característico “baile” llamado, Mosh, Pogo o Slam. Ritual este, donde los participantes, después de formar un circulo suelen empujarse armónica y amistosamente, según la velocidad de la canción, para fundirse en un efusivo abrazo al concluir la nota.

Parece que la policía presente en estos festejos, no tiene o no quiere tener conocimiento de que esta manifestación danzaria se expresa así. Por ello, irrumpieron de manera violenta, bastón en mano y golpearon a varios de los bailadores, incluso a una joven que intentó rescatar a su novio del vapuleo policial, sólo por hacerles unas fotos a los militares en plena acción represiva.

De esta desagradable forma concluyó la tercera fecha del Festival de Rock, más participativo, longevo y variado, en cuanto a estilos de los existentes en el país. No existió nada negativo que señalar, si los uniformados no hubieran desplegado tamaña brutalidad, por lo demás continuó plasmándose la máxima de que: “… cuanto más se reprime al arte, con más fuerza este crece”.

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