Camajuaní, Villa Clara, 19 de noviembre de 2009. (FDC). Si que ha causado una gran revolución, la alternativa Batalla de Ideas para los cubanos. Pues su Revolución Energética dejó huellas de afectaciones indeseables para los que en esta isla habitan.
Entusiasmados con la supuesta mejora, no se dieron cuenta al principio de lo que se les avecinaba con semejante engaño. Claro que de haberse percatado, nada hubiesen podido hacer por que aquí, como régimen totalitario al fin, están adoctrinados, a que las órdenes no se discuten…. solo se cumplen.
Esto deja bien claro, que en este archipiélago la única voluntad a cumplir, debe venir de la elite gobernante, los demás solo se atienen a las consecuencias. Aunque ellos mismos se definan como “carneros”, que en el argot popular significa aniquilación de voluntad y miedo a enfrentarse a sus superiores.
Ahora esas personas tienen que pagar por los errores, que sus mandantes cometieron al querer aparentar una bondad desmedida en su empeño por mantener el poder. Al hacerlos consumidores de una energía eléctrica, para la que este país, a decir de los resultados no estaba preparado.
Lejos de ser beneficiados, debido a la crisis que esto ha causado, en estos momentos se encuentran en sus labores, bajo condiciones anormales, puesto que en muchos de los casos se han visto obligados a desconectar hasta los bebederos. Y hay centros laborales con el servicio telefónico suspendido.
Los locales cerrados con asistencia de aires acondicionados, hoy deben prescindir de ellos, pues no se les permite el permanente funcionamiento de estos equipos. Imagínense que ocurre con estos obreros, si se tiene en cuenta el clima que impera en este país de clima tropical.
Agréguenle a esto, los constantes apagones que ya no saben como llamarlos, si “averías”, “altos o bajos voltajes”, “reparaciones planificadas” en las líneas o simplemente “ahorro”. El caso es que siempre hay un motivo para mantener una parte del país apagado y a sus vecinos con marcada molestia.
Y que decir de las fábricas que laboran a media jornada y parte de sus obreros en los hogares que devengan el 60% de su salario. Cuando con el 100% y un poco más, no les alcanza para subsistir y pagar la deuda, que asumieron al “recibir” los benefactores utensilios electrodomésticos.
Por solo citar un ejemplo, en estos momentos los empleados de la Empresa Metal Mecánica “Anastasio Cárdenas”, conocida como Fábrica de Arados en Camajuaní, se preguntan que va a pasar con ellos, pues parte de estos ya se encuentran en sus casas. Esta industria por su labor, es una gran consumidora de lo que Cuba ahora carece, energía eléctrica.
Entusiasmados con la supuesta mejora, no se dieron cuenta al principio de lo que se les avecinaba con semejante engaño. Claro que de haberse percatado, nada hubiesen podido hacer por que aquí, como régimen totalitario al fin, están adoctrinados, a que las órdenes no se discuten…. solo se cumplen.
Esto deja bien claro, que en este archipiélago la única voluntad a cumplir, debe venir de la elite gobernante, los demás solo se atienen a las consecuencias. Aunque ellos mismos se definan como “carneros”, que en el argot popular significa aniquilación de voluntad y miedo a enfrentarse a sus superiores.
Ahora esas personas tienen que pagar por los errores, que sus mandantes cometieron al querer aparentar una bondad desmedida en su empeño por mantener el poder. Al hacerlos consumidores de una energía eléctrica, para la que este país, a decir de los resultados no estaba preparado.
Lejos de ser beneficiados, debido a la crisis que esto ha causado, en estos momentos se encuentran en sus labores, bajo condiciones anormales, puesto que en muchos de los casos se han visto obligados a desconectar hasta los bebederos. Y hay centros laborales con el servicio telefónico suspendido.
Los locales cerrados con asistencia de aires acondicionados, hoy deben prescindir de ellos, pues no se les permite el permanente funcionamiento de estos equipos. Imagínense que ocurre con estos obreros, si se tiene en cuenta el clima que impera en este país de clima tropical.
Agréguenle a esto, los constantes apagones que ya no saben como llamarlos, si “averías”, “altos o bajos voltajes”, “reparaciones planificadas” en las líneas o simplemente “ahorro”. El caso es que siempre hay un motivo para mantener una parte del país apagado y a sus vecinos con marcada molestia.
Y que decir de las fábricas que laboran a media jornada y parte de sus obreros en los hogares que devengan el 60% de su salario. Cuando con el 100% y un poco más, no les alcanza para subsistir y pagar la deuda, que asumieron al “recibir” los benefactores utensilios electrodomésticos.
Por solo citar un ejemplo, en estos momentos los empleados de la Empresa Metal Mecánica “Anastasio Cárdenas”, conocida como Fábrica de Arados en Camajuaní, se preguntan que va a pasar con ellos, pues parte de estos ya se encuentran en sus casas. Esta industria por su labor, es una gran consumidora de lo que Cuba ahora carece, energía eléctrica.
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