Camajuaní, Villa Clara, 26 de noviembre de 2009. Hace unos cuantos meses atrás, empezó a correr el comentario de la abolición de la Tarjeta de Abastecimiento, la cual controla el suministro de víveres pertenecientes a la canasta básica alimenticia en Cuba. Obligados a este control, hace más de 50 años, muchos pensaron que solo eran habladurías.
Pero ya los medios de prensa oficialistas, empiezan a dar luces, aunque no del todo claras, de su nueva alternativa para beneficiar y hacer justicia a sus gobernados, según quieren hacer constar. Y para esto, entre otras cosas, han publicado opiniones al respecto, puestas en boca de terceros, que ya se sabe a que intereses responden.
El diario oficial Granma, en su edición del día 13 de noviembre del año en curso, hace notar en la página que ocupa la sección Cartas a la Dirección, un escrito bajo el titulo “Sugerencias sobre la libreta de abastecimiento”, firmado por R. Fonseca Abreu. Quien lo haya leído pudo darse cuenta, que esto es un hecho a consumarse.
Según Fonseca: “…. los grandes gastos que tiene el estado en la subvención de la canasta familiar es insostenible, pues se reparte equitativamente a precios a veces muy bajos los alimentos al pueblo, sin considerar los niveles económicos que puedan tener los distintos grupos sociales”. Por lo que él lo considera un procedimiento injusto y obsoleto.
En su opinión debieran obtener este beneficio aquellas personas que de verdad lo necesiten, ancianos sin protección de un núcleo familiar, minusválidos, mujeres solas sin trabajo, estudiantes sin protección familiar, personas con enfermedades crónicas y núcleos en que los salarios no alcancen cierto nivel de ingreso.
Pero además afirma, que todo esto lo certificaría, una comisión permanente de la seguridad social. Termina por confiar en el gran espíritu humanista de su revolución, que a su criterio nunca deja abandonado a nadie que lo necesite, para el análisis y valoración de su sugerencia.
Si se tiene en cuenta el razonamiento de este defensor y creyente en sus mandantes, de que este programa revolucionario le hace mellas a la economía que ellos representan. El cubano conocedor de este gobierno supone, que ya se ha buscado con urgencia una solución a este problema.
No obstante, muchos aseguran que aunque la idea ya esta “cocida y la han dejado a fuego lento”, pues no saben como enfrentarla. Es obvio que le temen, a que obstinada como esta ya la población de esta isla, se les cree un caos, que pueda manchar la imagen que ellos creen, se les mantiene en algunos ciudadanos todavía ciegos.
¿Para qué tanto divagar en opiniones? que todos saben de donde salen y corroboran esta afirmación. Ellos conocen que los que han vivido y aun permanecen en esta tierra, durante este mandato de medio siglo, debido a las escaseces que han padecido, se han adaptado a asegurar este abastecimiento normado, aunque no alcance para más de 10 días al mes.
Además, ya se vislumbra el ascenso de los precios de estos productos, al quedar descontrolados oficialmente. Pues, este mes vieron como el chicharo al desaparecer como beneficio normado, su costo aumentó de 16 centavos de pesos cubanos la libra a 3 pesos con 50 centavos, en la misma moneda. O sea, 20 veces aumentó su precio.
Pero no obstante, aquí se tiene por costumbre acaparar lo liberado para sobrevivir, por lo que les va a costar mucho trabajo educar ahora a las personas, a que todo es llegar y comprar, sin que ellos piensen que se va a acabar y que tienen que guardar para mañana. Esto augura un gran descontrol social por acaparamientos e ilegalidades.
Pero ya los medios de prensa oficialistas, empiezan a dar luces, aunque no del todo claras, de su nueva alternativa para beneficiar y hacer justicia a sus gobernados, según quieren hacer constar. Y para esto, entre otras cosas, han publicado opiniones al respecto, puestas en boca de terceros, que ya se sabe a que intereses responden.
El diario oficial Granma, en su edición del día 13 de noviembre del año en curso, hace notar en la página que ocupa la sección Cartas a la Dirección, un escrito bajo el titulo “Sugerencias sobre la libreta de abastecimiento”, firmado por R. Fonseca Abreu. Quien lo haya leído pudo darse cuenta, que esto es un hecho a consumarse.
Según Fonseca: “…. los grandes gastos que tiene el estado en la subvención de la canasta familiar es insostenible, pues se reparte equitativamente a precios a veces muy bajos los alimentos al pueblo, sin considerar los niveles económicos que puedan tener los distintos grupos sociales”. Por lo que él lo considera un procedimiento injusto y obsoleto.
En su opinión debieran obtener este beneficio aquellas personas que de verdad lo necesiten, ancianos sin protección de un núcleo familiar, minusválidos, mujeres solas sin trabajo, estudiantes sin protección familiar, personas con enfermedades crónicas y núcleos en que los salarios no alcancen cierto nivel de ingreso.
Pero además afirma, que todo esto lo certificaría, una comisión permanente de la seguridad social. Termina por confiar en el gran espíritu humanista de su revolución, que a su criterio nunca deja abandonado a nadie que lo necesite, para el análisis y valoración de su sugerencia.
Si se tiene en cuenta el razonamiento de este defensor y creyente en sus mandantes, de que este programa revolucionario le hace mellas a la economía que ellos representan. El cubano conocedor de este gobierno supone, que ya se ha buscado con urgencia una solución a este problema.
No obstante, muchos aseguran que aunque la idea ya esta “cocida y la han dejado a fuego lento”, pues no saben como enfrentarla. Es obvio que le temen, a que obstinada como esta ya la población de esta isla, se les cree un caos, que pueda manchar la imagen que ellos creen, se les mantiene en algunos ciudadanos todavía ciegos.
¿Para qué tanto divagar en opiniones? que todos saben de donde salen y corroboran esta afirmación. Ellos conocen que los que han vivido y aun permanecen en esta tierra, durante este mandato de medio siglo, debido a las escaseces que han padecido, se han adaptado a asegurar este abastecimiento normado, aunque no alcance para más de 10 días al mes.
Además, ya se vislumbra el ascenso de los precios de estos productos, al quedar descontrolados oficialmente. Pues, este mes vieron como el chicharo al desaparecer como beneficio normado, su costo aumentó de 16 centavos de pesos cubanos la libra a 3 pesos con 50 centavos, en la misma moneda. O sea, 20 veces aumentó su precio.
Pero no obstante, aquí se tiene por costumbre acaparar lo liberado para sobrevivir, por lo que les va a costar mucho trabajo educar ahora a las personas, a que todo es llegar y comprar, sin que ellos piensen que se va a acabar y que tienen que guardar para mañana. Esto augura un gran descontrol social por acaparamientos e ilegalidades.
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