Parroquia, Santa Clara, Villa Clara, 3 de diciembre del 2009 (FDC). El 30 de junio de 1940, tuvo efecto la colocación de la primera piedra, para la construcción del templo de Santa Clara de Asís, patrona de la villa al fundarse esta, en 1689. Sustituyó este santuario al legendario que existió en medio de la ciudad en el Parque Vidal, que era uno de los más antiguos de América.
Fue demolido, en 1923, para ampliar el parque de la villa. El padre Ángel Tudurí, su párroco trató de iniciar, en ese mismo año, la reubicación del mismo, pero al no encontrar terrenos apropiados en el centro de la ciudad, desistió de su labor. En 1937, el presidente de la república coronel Federico Laredo Bru, expresó sus deseos de hacer alguna obra para Santa Clara.
Conocido esto en la ciudad, se acordó pedirle por mediación de la señorita Cristina Silva Martínez Ortiz, su cooperación para la construcción del templo, a lo cual accedió en carta que se archivó en el Obispado de Cienfuegos, con fecha 26 de agosto del propio año. Su cooperación no fue solo moral, sino también material.
Laredo y su esposa tomaron 2000 pesos en papeletas para la rifa de un automóvil y así recaudar fondos dedicados a la construcción de la iglesia. Se dio cuenta de todos los trámites al señor obispo de Cienfuegos, monseñor Eduardo Martínez Dalmau. Se trasladó a la ciudad, el 14 de diciembre, a fin de fundar el Comité Gestor de la Asociación de las Damas Católicas.
Fue autorizado este comité, para la adquisición de un terreno que completaba los adquiridos por el obispado y un fondo que debía ascender a 25,000 pesos y que cumplidas dichas condiciones se comprometía a iniciar las edificaciones. El comité quedó presidido por la señorita Silva Martínez y otras damas católicas de la ciudad.
Se adquirió el terreno con lo recaudado, en un lote colindante al ya adquirido, en la esquina de la calle Marta Abreu y del hoy, Callejón Lubián. Le entregaron al señor obispo los 3000 pesos sobrantes. El comité se estableció en organización legalizada, en marzo de 1938 y se creó la Tesorería y una Comisión de Honor, con representación en casi todos los hogares villareños.
La tesorera fue la señora Cándida Heguy de Sánchez. Ella junto con la Asociación de Damas Católicas, contribuyeron a la recaudación de fondos para las obras. Hay que destacar la cooperación especial del Dr. José Ruiz Miyar, quien cedió gratuitamente el terreno que se necesitaba, para aumentar el ya adquirido.
Lo necesario para la construcción del templo como escrituras y planos necesarios, lo hicieron gratuitamente el Dr. Jorge L. Besada y el agrimensor Sr. Rafael Díaz Canel y Herrera, así como también se obtuvo la cooperación del gran arquitecto cubano Sr. José A. Mendigutía, autor del bello proyecto gótico francés para el santuario y director espontáneo de la obra.
Apadrinaron la faena el presidente de la república y su esposa Sra. Leonor Montes de Laredo. Al acto de colocación de la primera piedra, asistieron todas las autoridades civiles y militares además de una representación de todas las clases sociales. Dio fe del mismo el doctor Rafael Espinosa y Nodal abogado-notario y presidente del legendario Liceo de Villa Clara.
Fue demolido, en 1923, para ampliar el parque de la villa. El padre Ángel Tudurí, su párroco trató de iniciar, en ese mismo año, la reubicación del mismo, pero al no encontrar terrenos apropiados en el centro de la ciudad, desistió de su labor. En 1937, el presidente de la república coronel Federico Laredo Bru, expresó sus deseos de hacer alguna obra para Santa Clara.
Conocido esto en la ciudad, se acordó pedirle por mediación de la señorita Cristina Silva Martínez Ortiz, su cooperación para la construcción del templo, a lo cual accedió en carta que se archivó en el Obispado de Cienfuegos, con fecha 26 de agosto del propio año. Su cooperación no fue solo moral, sino también material.
Laredo y su esposa tomaron 2000 pesos en papeletas para la rifa de un automóvil y así recaudar fondos dedicados a la construcción de la iglesia. Se dio cuenta de todos los trámites al señor obispo de Cienfuegos, monseñor Eduardo Martínez Dalmau. Se trasladó a la ciudad, el 14 de diciembre, a fin de fundar el Comité Gestor de la Asociación de las Damas Católicas.
Fue autorizado este comité, para la adquisición de un terreno que completaba los adquiridos por el obispado y un fondo que debía ascender a 25,000 pesos y que cumplidas dichas condiciones se comprometía a iniciar las edificaciones. El comité quedó presidido por la señorita Silva Martínez y otras damas católicas de la ciudad.
Se adquirió el terreno con lo recaudado, en un lote colindante al ya adquirido, en la esquina de la calle Marta Abreu y del hoy, Callejón Lubián. Le entregaron al señor obispo los 3000 pesos sobrantes. El comité se estableció en organización legalizada, en marzo de 1938 y se creó la Tesorería y una Comisión de Honor, con representación en casi todos los hogares villareños.
La tesorera fue la señora Cándida Heguy de Sánchez. Ella junto con la Asociación de Damas Católicas, contribuyeron a la recaudación de fondos para las obras. Hay que destacar la cooperación especial del Dr. José Ruiz Miyar, quien cedió gratuitamente el terreno que se necesitaba, para aumentar el ya adquirido.
Lo necesario para la construcción del templo como escrituras y planos necesarios, lo hicieron gratuitamente el Dr. Jorge L. Besada y el agrimensor Sr. Rafael Díaz Canel y Herrera, así como también se obtuvo la cooperación del gran arquitecto cubano Sr. José A. Mendigutía, autor del bello proyecto gótico francés para el santuario y director espontáneo de la obra.
Apadrinaron la faena el presidente de la república y su esposa Sra. Leonor Montes de Laredo. Al acto de colocación de la primera piedra, asistieron todas las autoridades civiles y militares además de una representación de todas las clases sociales. Dio fe del mismo el doctor Rafael Espinosa y Nodal abogado-notario y presidente del legendario Liceo de Villa Clara.
Para erigir la iglesia se ofrecieron donativos de diferentes vecinos, entre ellos de Sra. Clara Carta de Ruiz, doctor Oscar Montero, ingeniero Jacobo Ledón Uribe y otros muchos. Con los 19,200 pesos depositados en el obispado de Cienfuegos, como resto de la indemnización del gobierno y otras dádivas se reunieron 40,000 pesos, para comenzar los trabajos a terminarse, en 1952.
Al triunfo de la Revolución la iglesia estaba terminada, solamente faltaban algunos detalles de acabado. Las construcciones que serían destinadas a Sacristía y el futuro Obispado estaban sin empezar, pues el templo se había hecho con la intención de que un día fuese catedral, estos terrenos quedaban a la derecha y al frente de la misma y fueron expropiados por el gobierno.
Al retirarse monseñor Alfredo Müller, continuó en el Obispado cienfueguero, elegido monseñor Fernando Prego Casal, como Obispo Titular del lugar, le pidió a la Santa Sede le permitiera residir en Santa Clara. Desde ese momento, la Diócesis se llamó de Cienfuegos- Santa Clara y el templo bendecido como Con- Catedral, el 17 de diciembre de 1972.
Este alberga hoy en día, dos objetos patrimoniales, procedentes ambos de la Parroquial Mayor: la antigua imagen de Santa Clara de Asís y la Pila Bautismal confeccionada con piedra de la Loma del Capiro, perdura la tradición de llamar “Pilongos”, a los que se hacen cristianos en ella. El templo ostenta el título de Iglesia Catedral Santa Clara de Asís, desde el 11 de junio de 1995.
Muchas gracias por compartir tan valiosa información.
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